Benegas pide a los dirigentes del PSOE que preserven la cohesión del partido

La presentación del libro del secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, La razón socialista se convirtió ayer en una deliberada demostración a la sociedad de que el PSOE continúa siendo un partido cohesionado, aun con los enfrentamientos internos precongresuales. Ocho ministros acudieron a la cita, en un céntrico hotel de Madrid -entre ellos, Javier Solana, Joaquín Almunia y José Barrionuevo, criticados por haber asistido en otro hotel a un acto político promovido por Joaquín Leguina-, así como siete presidentes socialistas de comunidades autónomas.

Benegas aprovechó la oc...

La presentación del libro del secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, La razón socialista se convirtió ayer en una deliberada demostración a la sociedad de que el PSOE continúa siendo un partido cohesionado, aun con los enfrentamientos internos precongresuales. Ocho ministros acudieron a la cita, en un céntrico hotel de Madrid -entre ellos, Javier Solana, Joaquín Almunia y José Barrionuevo, criticados por haber asistido en otro hotel a un acto político promovido por Joaquín Leguina-, así como siete presidentes socialistas de comunidades autónomas.

Benegas aprovechó la ocasión para pedir a todos los militantes que remonten el vuelo en el debate político ante el 32º-Congreso federal del PSOE pero, sobre todo, hizo un llamamiento a preservar la cohesión del partido.El dirigente socialista defendió la pervivencia del "Estado intervencionista, en un momento en el que, en su opinión, el fracaso del modelo comunista favorece una ofensiva del conservadurismo. "Después de ocho años de Gobierno, España tiene problemas similares a los de otros países europeos, pero no existe España como problema", sentenció.

Tras las indicaciones dadas por Felipe González para que prevalezca el debate sobre las ideas al enfrentamiento personal, la presentación del libro de Benegas sirvió para reunir una significativa, e infrecuente, pléyade de personalidades socialistas de distinta sensibilidad. El acto congregó al presidente del Senado, Juan José Laborda; a Javier Solana, ministro de Educación; Joaquín Almunia, ministro para las Administraciones Públicas; José Barrionuevo, ministro de Trasportes; José Luis Corcuera, ministro del Interior; Enrique Múgica, ministro de Justicia; Julián García Vargas, ministro de Sanidad; Rosa Con de ministra portavoz del Gobierno, y Matilde Fernández, ministra de Asuntos Sociales.José Acosta, presidente de la Federación Socialista Madrileña, estuvo cerca de Teófilo Serrano, hombre de confianza de Alfonso Guerra y secretario de Estado para las Administraciones Públicas, mientras su rival Joaquín Leguína, secretario general de la FSM optó por permanecer de pie.Además del presidente de la Comunidad de Madrid -no lejos del cual se encontraba el ex alcalde Juan Barranco- estuvieron presentes Joan Lerma, presidente de la Comunidad Valenciana; Manuel Chaves presidente de Andalucía; Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de Extremadura, así como los presidentes de Asturías, Pedro de Silva; de Navarra, Gabriel Utralburu, y de Murcia, Carlos Collado. El libro, editado por Planeta, fue presentado por Juan Marichal, catedrático de Harvard, y por el vicepresidente del Gobierno con UCD Fernando Abril Martorell. Éste manifestó a EL PAÍS que está "básicamente de acuerdo con la política de Felipe González".