Preocupación por el estado psíquico del niño que veló los cadáveres de sus padres

Josué García Peláez, el niño de 11 años que permaneció durante la noche del sábado al domingo junto a su madre agonizante y el cadáver de su padre tras precipitarse el vehículo en el que viajaban por un barranco en el puerto de Pajares (Asturias), sufre un choque traumático que le está haciendo confundir la fantasía con la realidad, según informaron fuentes del hospital Álvarez-Buylla, en Murias (Mieres).

Aunque la dirección del centro no ha facilitado información sobre el estado del niño, personal del hospital ha manifestado que Josué García se encuentra abatido y muy apesadumbrado...

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Josué García Peláez, el niño de 11 años que permaneció durante la noche del sábado al domingo junto a su madre agonizante y el cadáver de su padre tras precipitarse el vehículo en el que viajaban por un barranco en el puerto de Pajares (Asturias), sufre un choque traumático que le está haciendo confundir la fantasía con la realidad, según informaron fuentes del hospital Álvarez-Buylla, en Murias (Mieres).

Aunque la dirección del centro no ha facilitado información sobre el estado del niño, personal del hospital ha manifestado que Josué García se encuentra abatido y muy apesadumbrado. A la habitación del niño sólo se ha permitido el acceso de varios parientes. Josué padece politraumatismo y choque traumático a causa del suceso. El equipo médico no facilitará información hasta este mediodía, en el que han anunciado que se dará a conocer un parte médico.En un dramático relato, el niño manifestó a las personas que lo atendieron en un primer momento que durante toda la noche veló el cadáver de su padre, fallecido en el acto, y que estuvo atendiendo a su madre hasta que falleció a las nueve de la mañana del domingo. "La tapaba porque se quejaba de que tenía frío. Estuvo viva hasta las nueve de la mañana", declaró a los vecinos de Pajares a los que pidió auxilio.

No obstante, los médicos consideran, que a causa de la conmoción traumática, la versión del niño puede ser fruto de su imaginación, por lo que está siendo cuidado por un equipo de psicólogos infantiles, informa Efe.

El accidente se produjo a las 21.00 horas del sábado, cuando el Renault 12 en el que viajaban el matrimonio y su hijo se salió de la calzada, presumiblemente al bloquearse la dirección del coche, y se precipitó al vacío unos 200 metros, en pleno descenso del puerto de Pajares, en la cordillera cantábrica. Este puerto de montaña tiene una altitud de 1. 118 metros y alcanza pendientes, en algunos de sus tramos, de hasta el 17%.

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