Dirigentes regionales guerristas exigen a González cambios en un Gobierno que consideran dividido

Los secretarios regionales del PSOE de Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura y Asturias -todos ellos guerristas- y el de la Comunidad Valenciana -apoyado en su cargo por los hombres de Guerra- pidieron el pasado miércoles a Felipe González, en una reunión en La Moncloa, que realice cambios en el Gobierno cuanto antes. Los máximos dirigentes de esas federaciones, que agrupan al 60% de delegados en el congreso del PSOE, argumentaron que el Gabinete está dividido, especialmente tras el apoyo a Leguina de los ministros Solana, Almunia y Barrionuevo, duramente criticados por ello.
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Los secretarios regionales del PSOE de Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura y Asturias -todos ellos guerristas- y el de la Comunidad Valenciana -apoyado en su cargo por los hombres de Guerra- pidieron el pasado miércoles a Felipe González, en una reunión en La Moncloa, que realice cambios en el Gobierno cuanto antes. Los máximos dirigentes de esas federaciones, que agrupan al 60% de delegados en el congreso del PSOE, argumentaron que el Gabinete está dividido, especialmente tras el apoyo a Leguina de los ministros Solana, Almunia y Barrionuevo, duramente criticados por ello.

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La reunión, a la que asistió también el secretario de organización, Txiki Benegas, había sido solicitada a lo largo del verano por los secretarios regionales de Andalucía, Carlos Sanjuán; de la Comunidad Valenciana, Joan Lerma; de Castilla-La Mancha, José Bono; de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra; de Galicia, Antolín Sanchez Presedo; y de Asturias, Luis Martínez Noval, ministro de Trabajo.Los portavoces de las citadas federaciones le expusieron a González su convicción de que el PSOE funciona con gran eficacia, como muestran en una ocasión tras otra los resultados electorales. Una eficacia a la que no es ajeno, desde su punto de vista, Alfonso Guerra, al garantizar una "perfecta sintonía" del partido con el Gobierno.

El actual Gabinete se encuentra, no obstante, dividido políticamente, según algunos de los dirigentes guerristas, y requiere una renovación antes del 32 Congreso federal, convocado para noviembre.

Los barones del guerrismo coincidieron en resaltar que la actitud de los ministros que están participando en la batalla de la Federación Socialista Madrileña es ajena a los "hábitos" de la vida interna del partido. Una batalla que consideran dirigida contra Alfonso Guerra y en la que los ministros pretenden, según ellos, ganar parcelas de poder a costa del vicepresidente.

Críticas a ministros

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Varios dirigentes advirtieron que mientras algunos ministros dicen en actos públicos, como el organizado en el Hotel Chamartin de Madrid por Leguina, que se sienten incómodos, ellos lo están más por oír cosas así a quienes ocupan puestos de responsabilidad. Una alusión directa a los ministros de Educación, Javier Solana; Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, y Transportes, José Barrionuevo. La crítica alcanza también al ex ministro de Educación José María Maravall, quien no obstante ha anunciado que está dispuesto a defender hasta el final una mayor "habitabilidad" del PSOE, aunque se quede en minoría.

González recibió el mensaje de que "una parte muy importante del partido está aguantando, se está conteniendo y, al final, no pueden salir premiados quienes andan diciendo cosas por ahí". Él, por su parte, pidió "prudencia" en el desarrollo del debate previo al Congreso federal.

La enemistad de los guerristas con Solana, Almunia, y Barrionuevo, va a materializarse en comportamientos sin precedentes. Los tres tendrán que figurar en los puestos de delegados para el Congreso federal que corresponden a Leguina porque los hombres de Guerra se niegan a incluirles en su cupo.

[Barrionuevo manifestó en una asamblea de la agrupación de Fuencarral, en la que fue elegido candidato a delegado al Congreso federal, que la habitabilidad conseguida por Leguina en la FSM está siendo cuestionada por militantes socialistas extremistas que intentan limitar, e incluso anular, la libre expresión de opiniones, informa Efe.]

Dirigentes de máxima confianza del vicesecretario general arguyen que los tres ministros citados "han cometido un tremendo error político" porque con su alineamiento frente a Guerra han disminuido la voluntad de éste de abandonar el Gobierno. Según ellos, el vicepresidente ofreció a González dejar el Gobierno tras las elecciones andaluzas.

En cambio, dirigentes ídentificados con Felipe González interpretan esta versión como una argucia para suscitar la petición de que se quede.

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