Jornada de confusión

Las bolsas españolas se mantuvieron ayer a caballo entre la influencia de la última caída de Tokio, una apertura engañosa de Wall Street y los apoyos de los cuidadores, lo que dio lugar a una jornada un tanto confusa en la que hubo alguna subida del 17%, repeticiones forzadas y nuevos recortes en valores importantes. La apertura del mercado se hizo con signo vendedor, sin que variara el ambiente hasta el mediodía, cuando la mayoría de los valores del mercado continuo mostraban discretas mejoras sobre los precios más bajos de la sesión. La apertura al alza -3,3 puntos- en Wall Street favoreció ...

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Las bolsas españolas se mantuvieron ayer a caballo entre la influencia de la última caída de Tokio, una apertura engañosa de Wall Street y los apoyos de los cuidadores, lo que dio lugar a una jornada un tanto confusa en la que hubo alguna subida del 17%, repeticiones forzadas y nuevos recortes en valores importantes. La apertura del mercado se hizo con signo vendedor, sin que variara el ambiente hasta el mediodía, cuando la mayoría de los valores del mercado continuo mostraban discretas mejoras sobre los precios más bajos de la sesión. La apertura al alza -3,3 puntos- en Wall Street favoreció la extensión de las mejoras aunque, debido al tono general del mercado, sólo se consiguió reducir la pérdida a 1,31 puntos, lo que no ha podido evitar que la bolsa madrileña situara su cota mínima del año en el 245,82%, un nivel similar al de febrero de 1988.Todos los sectores disfrutaron de esa mejora sobre su situación de la mañana, lo que no ha influido demasiado sobre el grado de atracción que el mercado ejerce sobre los inversores. El volumen negociado se ha mantenido, por tanto, en la línea de los últimos días, es decir, con el dinero de los inversores a la espera de noticias y con los fondos institucionales tapando huecos en la medida de lo posible, que fue bastante en algunos casos.

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