Wall Street se suma a la caída de todas las bolsas

La quiebra de las expectativas de diálogo que levantó la visita del Rey Hussein de Jordania a Estados Unidos ha forzado a los mercados financieros y de materias primas a volver a los planteamientos de los primeros días de la crisis del golfo Pérsico lo que, en la práctica, ha supuesto un retroceso generalizado de las bolsas, una escalada espectacular del precio del oro, un nuevo avance en el precio del petróleo y la caída del dólar en la mayoría de los mercados de divisas.La apertura del mercado de metales de Londres resultó espectacular, aunque contaba con el precedente de una nueva caída en ...

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La quiebra de las expectativas de diálogo que levantó la visita del Rey Hussein de Jordania a Estados Unidos ha forzado a los mercados financieros y de materias primas a volver a los planteamientos de los primeros días de la crisis del golfo Pérsico lo que, en la práctica, ha supuesto un retroceso generalizado de las bolsas, una escalada espectacular del precio del oro, un nuevo avance en el precio del petróleo y la caída del dólar en la mayoría de los mercados de divisas.La apertura del mercado de metales de Londres resultó espectacular, aunque contaba con el precedente de una nueva caída en la Bolsa de Tokio de 762,72 yenes. El precio de la onza de oro se situó a la apertura del mercado en 414 dólares, cuando el cierre del día anterior fue de 401,5 dólares por onza. En ese mismo momento, el barril de brent registraba un ligero avance y alcanzaba los 26,65 dólares frente a los 26,55 del cierre anterior, mientras que los contratos de futuros de petróleo Texas en Nueva York registraron una subida de 90 centavos por barril para las entregas de septiembre.

En Madrid, el precio del dólar se situaba en los niveles de principios de 1981 al marcar un precio medio de 95,442 pesetas por dólar, situación que se repetía en el resto de los mercados de divisas europeos y en Japón, en los que la moneda norteamericana empezaba a sentir la presión de un sistema económico en declive.

La Bolsa de Nueva York abrió su sesión bajo la presión de la temida recesión económica, tanto más posible cuanto que los datos recogidos hasta ahora se refieren a los meses previos a la crisis del Golfo y no acusan las recientes subidas del precio del petróleo. Mediada la jornada, Nueva York se hacía eco tanto de los problemas internos como de la creciente tensión en el golfo Pérsico, sin que la publicación de un buen déficit comercial para el mes de junio pudiera suavizar los recortes. Al cierre de la sesión el índice Dow Jones perdía 36,64 puntos, situándose en 2.644,80. Entre la jornada del pasado jueves y la de ayer suman más de 100 puntos perdidos en el mercado de valores neoyorquino. Las bolsas europeas se sumaron a las bajas de forma unánime, con París perdiendo un 3,39%, Londres 45,2 puntos y Madrid 7,20.

Esta nueva caída de las bolsas supone un paso atrás en los planteamientos de los últimos días, cuando la posibilidad de la apertura de un diálogo entre Estados Unidos e Irak puso en marcha a la especulación y perfiló un mapa muy diferente y más positivo en los mercados financieros y de materias primas.

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