Dos años de huelga en cesta punta en Estados Unidos

La cesta punta, la especialidad más vistosa y extendida de la pelota vasca, atraviesa una grave crisis laboral en los frontones norteamericanos, la meca de este deporte. Unos jugadores que hasta hace poco eran considerados "emigrantes de lujo" mantienen desde hace más de dos años una huelga que bien podría figurar en los anales de la lucha sindical. Ahora, tras las primeras sentencias a favor de los pelotaris, su sindicato comienza a vislumbrar el final del túnel.El próximo día 14 se cumplirán 28 meses desde el inicio de la huelga convocada por la International Jai Alal Players Association (IJ...

La cesta punta, la especialidad más vistosa y extendida de la pelota vasca, atraviesa una grave crisis laboral en los frontones norteamericanos, la meca de este deporte. Unos jugadores que hasta hace poco eran considerados "emigrantes de lujo" mantienen desde hace más de dos años una huelga que bien podría figurar en los anales de la lucha sindical. Ahora, tras las primeras sentencias a favor de los pelotaris, su sindicato comienza a vislumbrar el final del túnel.El próximo día 14 se cumplirán 28 meses desde el inicio de la huelga convocada por la International Jai Alal Players Association (IJAPA), el sindicato de pelotaris, que reivindica su reconocimiento como interlocutor de las nueve empresas que explotan los 14 frontones. El conflicto se inició en abril de 1988 por la negativa de éstas a aceptar la agrupación de los jugadores. No tardaron en llegar los despidos y las amenazas de retirar los permisos de trabajo. Hay que tener en cuenta que el 90% del medio millar de pelotaris son extranjeros, la mayoría vascos.

La táctica adoptada por los huelguistas ha sido afiliarse al sindicato United Auto Workers (UAW), que agrupa a los trabajadores de la rama del automóvil. Esto les ha permitido contar con una caja de resistencia de 100 dólares semanales (unas 10.000 pesetas) por cabeza, un seguro y asistencia letrada gratuita.