GENTE

Malcolm J. Barker

vio ayer convertidos en realidad sus peores temores cuando la High Court británica decretó que sus chismes sobre los aspectos menos regios de la familia real británica no pueden ser publicados en ninguna parte del mundo. Un juez falló, a instancia del equivalente del fiscal del reino, que el contenido del libro Courting disaster (que puede traducirse indistintamente como Cortejando el desastre, Desastre en la corte o Desastre cortesano) viola el compromiso suscrito en su día por Barker de "no escribir sobre su trabajo al servicio de la casa real, mientras está empleado o d...

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vio ayer convertidos en realidad sus peores temores cuando la High Court británica decretó que sus chismes sobre los aspectos menos regios de la familia real británica no pueden ser publicados en ninguna parte del mundo. Un juez falló, a instancia del equivalente del fiscal del reino, que el contenido del libro Courting disaster (que puede traducirse indistintamente como Cortejando el desastre, Desastre en la corte o Desastre cortesano) viola el compromiso suscrito en su día por Barker de "no escribir sobre su trabajo al servicio de la casa real, mientras está empleado o después". Barker dejó el servicio de palacio en 1983, y ahora esperaba contar al mundo las andanzas íntimas de algunos miembros de la familia real en tono de desastre cortesano. El semanario francés Paris Match publicó extractos y fotos del libro, y ha sido censurado en el Reino Unido, donde no puede entrar ninguno de los 20.000 ejemplares ya impresos por la editorial canadiense Fleetwood Publications.

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