La policía analiza una pócima hallada a la 'asistenta envenenadora'

La policía ha enviado al laboratorio una extraña pócima hallada en poder de la asistenta envenenadora cuando ésta fue detenida por funcionarios de la comisaría de Universidad.Este ungüento es una de las tres sustancias que portaba Tleismas Ismael Haddu, de 32 años, cuando fue detenida el miércoles, en plena Gran Vía por los agentes que andaban tras sus pasos. La policía le imputa ya 10 casos a esta mujer, que se hacía pasar por empleada de hogar por horas para narcotizar y posteriormente desvalijar a sus víctimas, generalmente ancianos.

Haddu, natural de Melilla, pasará hoy a dis...

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La policía ha enviado al laboratorio una extraña pócima hallada en poder de la asistenta envenenadora cuando ésta fue detenida por funcionarios de la comisaría de Universidad.Este ungüento es una de las tres sustancias que portaba Tleismas Ismael Haddu, de 32 años, cuando fue detenida el miércoles, en plena Gran Vía por los agentes que andaban tras sus pasos. La policía le imputa ya 10 casos a esta mujer, que se hacía pasar por empleada de hogar por horas para narcotizar y posteriormente desvalijar a sus víctimas, generalmente ancianos.

Haddu, natural de Melilla, pasará hoy a disposición judicial, después de que 10 de sus víctimas la hayan reconocido sin ningún género de dudas. La policía ha contabilizado ya 10 denuncias contra esta mujer, aunque en la comisaría de Universidad, a cuyo frente está el comisario Félix Alonso, se han recibido numerosas llamadas de ciudadanos que aseguran haber sido desvalijados por un procedimiento similar. Antes del arresto, sólo se conocían siete robos, con 10 narcotizados.

La asistenta envenenadora, que no opuso resistencia a la detención, portaba, además de la pócima -de composición y efectos hasta ahora desconocidos-, varios comprimidos de Valium 10 y de Orfidal, un tranquilizante ansiolítico.

Algunas de las joyas que llevaba en sus bolsillos (anillos, cadenas y relojes de oro) no han sido reclamadas aún por las víctímas de Tleismas Haddu, lo que ha llevado a pensar a los funcionarios encargados del caso que puedan ser el botín de golpes sin denunciar.

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