Destacados dirigentes del PP empiezan a cuestionar el liderazgo de José María Aznar

José María Aznar, presidente nacional del Partido Popular (PP), empieza a sufrir un proceso de aislamiento por parte de destacados dirigentes de¡ PP que habían mantenido en privado sus discrepancias, pero que han aprovechado la dimisión de Marcelino Oreja para expresar públicamente sus críticas. Oreja ratificó ayer su renuncia como portavoz M Grupo Popular del Parlamento Europeo y a su cargo en el Comité Ejecutivo nacional del PP, pese a que Aznar le pidió personalmente, en una reunión en la sede nacional del partido, que revocara esa decisión, que aquél le había anunciado en la noche del pasa...

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José María Aznar, presidente nacional del Partido Popular (PP), empieza a sufrir un proceso de aislamiento por parte de destacados dirigentes de¡ PP que habían mantenido en privado sus discrepancias, pero que han aprovechado la dimisión de Marcelino Oreja para expresar públicamente sus críticas. Oreja ratificó ayer su renuncia como portavoz M Grupo Popular del Parlamento Europeo y a su cargo en el Comité Ejecutivo nacional del PP, pese a que Aznar le pidió personalmente, en una reunión en la sede nacional del partido, que revocara esa decisión, que aquél le había anunciado en la noche del pasado lunes.

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La dimisión como portavoz parlamentario y como dirigente del PP de quien encabezó hace un año la candidatura del partido para el Parlamento europeo desató ayer las invectivas de quienes por motivos diferentes discrepan del modo en que Aznar conduce el partido. Una coincidencia circunstancial pero que, en lo que concierne a algunos miembros del comité ejecutivo nacional, muestra el inicio formal de un proceso de distanciamiento. Según algunas fuentes, es probable que durante el verano se reúnan de forma discreta para intentar que sus opiniones presionen más en la cúpula del partido cuando comience en setiembre el nuevo curso político.Isabel Tocino, por lo general esquiva a exponer públicamente sus opiniones sobre el funciona miento del partido, dejó ayer claro, con un lenguaje diplomático que en el PP se toman ciertas de cisiones políticas con pocas consultas o debates. La diputada por Cantabria, que el año pasado por estas fechas era una firme candi data al puesto que después se le encomendó a José María Aznar se expresó sobre la dimisión de Oreja en los siguientes términos: "Quizás sea porque nuestro partido no haya tenido las reuniones suficientes de los órganos internos en donde con un debate previo se podría haber evitado". Y anunció que intervendrá en la próxima reunión del comité ejecutivo, convocada para el día 23 para expresar todas sus críticas sin ambages.

Tanto Isabel Tocino, ex vicepresidenta del PP y portavoz de la Comisión parlamentaria para las relaciones con la Comunidad Europea, como Miguel Herrero, distanciado de la estrategia de enfrentamiento sin tregua con el PSOE, comentaron con ironía que en el PP hay personalidades infrautilizadas. Una actitud crítica que comparte también Federico Trillo, vicepresidente segundo del Congreso de los diputados, quien hace pocos días agradeció la obligación de acudir a una reunión del Parlamento "para no tener que escuchar [en un órgano de dirección del PP] cómo el partido ha ganado las elecciones en Andalucía".

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"Hace unos meses", declaró ayer Herrero, "nuestro partido se llenó la boca en decir que Marcelino Oreja era una de nuestras grandes reservas y, en consecuencia, hay que hacer todo lo posible para que no quede al margen". Un comentario debido no a que comparta la inclinación de Oreja hacia la Democracia Cristiana europea, sino que apunta a las presuntas incongruencias, o errores, en decisiones personales de Aznar.

Fernando Suárez, adversario número uno de la conversión del PP en partido democristiano hasta el punto de haber considerado la posibilidad de no ingresar en el Grupo Popular Europeo, comentó con sarcasmo que llevar al PP hacia la democracia cristiana y conseguir simultáneamente que se enfade Marcelino Oreja es un récord de incapacidad política".

Al malestar de estos dirigentes, que en el caso de Herrero se manifiesta desde hace meses en su automarginación de la cúpula dirigente, se une el de otros que, como Rodolfo Martín Villa, lamentan que la decisión de ingresar como "observadores" en el Partido Popular Europeo (PPE) haya sido tomada sin debate. El propio Marcelino Oreja indicó ayer que tal decisión había sido "comunicada en el último momento" al comité ejecutivo nacional. Numerosos dirigentes y parlamentarios populares se enteraron por la prensa, después de que Aznar formalizó el acuerdo en un almuerzo celebrado el pasado domingo en Bruselas con el presidente del PPE, Wilfried Martens.

Marcelino Oreja reconoció ayer que su marginación de esa reunión, a la que Aznar acudió en cambio acompañado del diputado democristiano Javier Rupérez, y de los preparativos de un encuentro con una personalidad tan importante, con la que él mantiene muy buena relación, le empujó a dimitir el pasado lunes.

Oreja envió el lunes una carta a Aznar en la que dimitía como portavoz en el Grupo Popular europeo, y consiguientemente como miembro del comité ejecutivo nacional del PP, y por la noche habló por teléfono con él para adelantarle su decisión.

En una entrevista que ambos mantuvieron ayer por la mañana, a instancias de Aznar, Marcelino Oreja ratificó sus renuncia, aunque aseguró al presidente del PP que seguirá colaborando con él para fortalecer los vínculos con el democristiano Partido Popular Europeo. Al dejar constancia de su satisfacción por la incorporación del PP como "observador", Oreja vino a confirmar que la decisión que ahora ha tomado responde a la rnarginación personal que ha sufrido desde hace un año como asesor excepcional en política exterior.

Aznar confesó ayer a Oreja que resulta imprescindible reorganizar la Comisión de Asuntos Exteriores, que él preside, para imponer coherencia, operatividad y rigor en la política internacional del partido. Ahora apenas existe una coordinación de las intervenciones de los numerosos representantes en las relaciones exteriores.

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