Agustín Almodovar

Dice un clásico aforismo que "detrás de cada gran hombre hay una gran mujer", pero en el caso del cineasta Pedro Almodóvar, también en eso iconoclasta, es un hombre quien está en la sombra. Se trata de su hermano Agustín, que de profesor de colegio ha pasado a convertirse en el productor de la familia, y además hasta acaba de aparecer en la lista profesional del Milimiter como uno de los 50 productores de 1989 más importantes del mundo."Si no fuera con Pedro, creo que no trabajaría de productor. Yo siempre había seguido muy de cerca su trabajo, y en todas sus películas hacía y hago de a...

Dice un clásico aforismo que "detrás de cada gran hombre hay una gran mujer", pero en el caso del cineasta Pedro Almodóvar, también en eso iconoclasta, es un hombre quien está en la sombra. Se trata de su hermano Agustín, que de profesor de colegio ha pasado a convertirse en el productor de la familia, y además hasta acaba de aparecer en la lista profesional del Milimiter como uno de los 50 productores de 1989 más importantes del mundo."Si no fuera con Pedro, creo que no trabajaría de productor. Yo siempre había seguido muy de cerca su trabajo, y en todas sus películas hacía y hago de actor-fetiche (o sea, un papelito), pero en 1985 decidimos que, para que Pedro tuviera más libertad, debíamos montar nuestra propia productora, El Deseo, y desde entonces hago el papel de productor ejecutivo", dice Agustín Almodóvar.

Ahora, tras el éxito en todo el mundo de Mujeres al borde de un ataque de nervios -ha alcanzado ya los 36 millones de dólares en taquilla (alrededor de 3.600 millones de pesetas)- y el actual de Átame -"superará esa cifra", afirma-, el hermano de Almodóvar se codea con las más importantes compañias, e incluso cuando Pedro Almodóvar pierde la voz, como acaba de ocurrir, es la suya la que se escucha. "Sí", explica Agustín "desde hace 15 días Pedro está prácticamente recluido y sin poder hablar, porque le han operado de un pólipo en la garganta Le queda poco para recuperarse totalmente y, tras pasar los primeros días comunicándose a través de una pizarra, ahora habla muy lento y bajito, como Brando en El padrino".

Casado y padre de dos hijos, seriecito, más bien tímido, de 35 años, Agustín Almódovar dice que acepta encantado el papel de "sombra", y añade: "Mientras Pedro es la extraversión y la creación, yo soy feliz ocupán dome de la organización y de sacar adelante nuestra empresa familiar".