Crítica:

Hay que matar a B

0.40 / TVE-11973 (88 minutos). Director: José Luis Borau. Intérpretes: Darren McGavin, Patricia Neal, Burgess Meredith, Stephanie Audran.Tras Brandy (1963) y Crimen de doble filo (1964), Borau pasó un largo periodo de ausencia en las pantallas grandes, dedicándose a la producción y la publicidad y esperando poder realizar una película de su gusto. Esa película fue Hay que matar a B, un filme con actores internacionales y con ese placer que siente el cineasta -y con él el espectador con conocimiento de causa- por la narrativa tradicional, directa y de trazos seguros ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

0.40 / TVE-11973 (88 minutos). Director: José Luis Borau. Intérpretes: Darren McGavin, Patricia Neal, Burgess Meredith, Stephanie Audran.Tras Brandy (1963) y Crimen de doble filo (1964), Borau pasó un largo periodo de ausencia en las pantallas grandes, dedicándose a la producción y la publicidad y esperando poder realizar una película de su gusto. Esa película fue Hay que matar a B, un filme con actores internacionales y con ese placer que siente el cineasta -y con él el espectador con conocimiento de causa- por la narrativa tradicional, directa y de trazos seguros y comprensión inmediata; como se decía antes, un cine en primer grado. Lamentablemente, Hay que matar a B se estrenó tarde, mal y no fue bien acogida por el público, aunque gran parte de la crítica la saludó con entusiasmo. Y es que en realidad es una buena película, injustamente marginada. A partir de un trazado austero, una puesta en escena casi mineral en su depuración y una total ausencia de énfasis dramática -siendo, por paradójico que parezca, una película sumamente dramática- Borau propone un filme complejo y profundo, riguroso, sobrio y efectivo.

Archivado En