Crítica:

Desayuno con diamantes

Breakfast at Tiffany's, 1961 (111 minutos). Director Blake Edwards. Intérpretes: Audre Hepburn, Georg Peppard, Patricia Neal, Micke Rooriey.Un hermoso ejemplar de la comedia sofisticada que a filo de los sesenta durante gran parte de esa década practicaron gente como Donen y Edward con la materializición física de ese movimiento: Audrey Hepburn. Audre Hepburn y todo lo que conlleva: apartamentos con gato, amores desequilibrados, sociedad en que el dinero no lo es todo, pero es mucho y es el símbolo. Y el símbolo de Tifany's, sueño imposible de la felicidad en el lujo y la comodidad. ...

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Breakfast at Tiffany's, 1961 (111 minutos). Director Blake Edwards. Intérpretes: Audre Hepburn, Georg Peppard, Patricia Neal, Micke Rooriey.Un hermoso ejemplar de la comedia sofisticada que a filo de los sesenta durante gran parte de esa década practicaron gente como Donen y Edward con la materializición física de ese movimiento: Audrey Hepburn. Audre Hepburn y todo lo que conlleva: apartamentos con gato, amores desequilibrados, sociedad en que el dinero no lo es todo, pero es mucho y es el símbolo. Y el símbolo de Tifany's, sueño imposible de la felicidad en el lujo y la comodidad. Desayuno con diamantes concluye en happy end, pero, posiblemente una de las más amargas comedias de su época pues esos sueños -como todos los sueños, por otra parte- se desvanecen al entrar en contacto con la luz del día. La película de Edwards es un filme muy iluminado. Y excelentemente escrito por un guionista de hierro, George Axelrod, a partir del texto, sabroso texto, de Truman Capote. Sólo oír Moonriver ya nos pone la carne de gallina.

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