Tribuna:

Las reglas del juego

Los lectores interesados en conocer cómo trabajan los periodistas de EL PAÍS tienen a su disposición en las librerías la última edición del Libro de estilo, código interno de la Redacción de obligado cumplimiento para los que escriben en este diario. Tiene algo de manual, algo de diccionario y algo de declaración de principios. No es, sin embargo, ninguna falsilla para escribir derecho ni su aplicación garantiza conseguir las mejores exclusivas. Esta tercera edición es la primera que se comercializa, y su difusión implica un compromiso adicional para todos los periodistas del diario: de...

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Los lectores interesados en conocer cómo trabajan los periodistas de EL PAÍS tienen a su disposición en las librerías la última edición del Libro de estilo, código interno de la Redacción de obligado cumplimiento para los que escriben en este diario. Tiene algo de manual, algo de diccionario y algo de declaración de principios. No es, sin embargo, ninguna falsilla para escribir derecho ni su aplicación garantiza conseguir las mejores exclusivas. Esta tercera edición es la primera que se comercializa, y su difusión implica un compromiso adicional para todos los periodistas del diario: desde ahora saben que los lectores interesados tienen en sus manos las reglas del juego y que los lectores -consumidores de información- tienen el derecho a exigir las normas de calidad que el libro proclama. Una contribución ibérica a la glásnost, que, según el Libro de estilo, equivale a "transparencia informativa, a apertura o a la expresión luz y taquígrafos".El ombudsman, cuyo código de referencia para atender las quejas de los lectores no es otro que el Libro de estilo, confiesa que no siempre es fácil trazar las fronteras que se violan. Unejemplo reciente fue la llamada de una lectora de Madrid que se quejó por la publicación de una fotografía de John Lennon y Yoko Ono, ambos de frente y desnudos, en la sección de Cultura el pasado jueves 26 de abril.

La fotografía ilustraba una información sobre la censura que sufrió una fotografía de John Lennon realizada por la artista Anne Leibowitz, y que fue retirada de una exposición en el Museo Municipal de Fullerton, de California (Estados Unidos).

La queja de la lectora se basabia en que la imagen ofendía su piador y, sobre todo, el de los lectores más jóvenes.

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La queja profesional -el pudor, como el buen gusto, son territorios difíciles de delimitar- es que la fotografía publicada no tenía nada que ver con la fotografia censurada en California, que en su día fue publicada por El País Semanal. Este dato era desconocido para la sección de Cultura, que buscó en el archivo gráfico una fotografía de Lennon y encontró, entre otras, una del músico desnudo. Fue publicada, pese a que ese desnudo no tenía nada que ver con la fotografía censurada.

El criterio estético, como el rigor informativo, son díficiles, de calibrar, y nadie como la persona concernida por la noticia conoce los matices que encierra una información. Pasa incluso entre periodistas.

Por ejemplo, el presidente del Círculo de Corresponsales Extranjeros, Josto Maffeo, colega del diario Il Messaggero, de Roma, ha escrito para precisar una información sobre el Club Internacional de Prensa publicada el pasado 24 de abril en este diario. En la información se afirmaba que "prácticamente todos los corresponsales de prensa extranjera que trabajan en España" pertenecen a dicho club, lo cual, subraya Maffeo, no es cierto.

"A dicho club pertenecen los que quieren, y no sólo periodistas, y no pertenecen, por ejemplo, los socios de nuestro Círculo de Corresponsales". En el listado de miembros del círculo que adjunta figuran los corresponsales de algunos de los diarios más importantes del mundo.

La estricta observancia que se exige del Libro de estilo no impide tampoco la aparición de gazapos de diferente calado. José Fondo Viana ha escrito al defensor de los lectores para protestar por la publicación repetida de un artículo en la sección de Economía y en el suplemento Negocios.

"Permítame decirle que esta repetición no sólo es un dispendio de espacio, sino también una burla a los asiduos lectores de los temas económicos que seguimos a través de las páginas de ese diario. ¿O es que no había ninguna otra colaboración interesante en relación con el inevitable proceso de puesta al día a las entidaes bancarias, después de tantos años actuando como gatos gordos, relamiéndose por la ingesta del pasivo de los impositores, hasta que ahora le ven las orejas al lobo de 1992?", escribe el lector.

El desafortunado error se produjo al existir dos copias del artículo, lo que no es excusa para justificar la ausencia de control de los originales y que se publicasen con una semana de intervalo.

El lector atento y con sentido crítico suele encontrar errores más menudos, pero no por ello menos importantes. Javier Álvarez García suministra periódicamente al ombudsman, desde Oviedo, una colección de recortes de errores hallados en las páginas de este diario.

Éste es uno de los gazapos observados por el lector, y que se publicó el pasado día 6 de febrero en la sección de España. "Zaragoza cuenta con tres policías por cada 1.000 habitantes, lo que supone uno de los mejores porcentajes del país. El índice de delitos es, sin embargo, de los más bajos".

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