Una testigo del homicidio de Villalba niega la versión de un guardia civil

Ester Ruiz, la joven que acompañaba a José María Santarem , que murió el 7 de abril a las puertas del pub Joloki, de Villalba, a causa del disparo del guardia civil José María del Río, afirmó que no habló ni cogió de la cintura al agente. Según la versión de otro agente implicado en la reyerta, José Sánchez Sánchez, Ester coincidió a la puerta del pub con ellos, después de que hubieran estado charlando dentro. Fue por ello que el fallecido golpeó a uno de los guardias civiles, según la misma versión.

Ester, apodada La Bombi, afirmó que estaba esperando en la puerta del...

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Ester Ruiz, la joven que acompañaba a José María Santarem , que murió el 7 de abril a las puertas del pub Joloki, de Villalba, a causa del disparo del guardia civil José María del Río, afirmó que no habló ni cogió de la cintura al agente. Según la versión de otro agente implicado en la reyerta, José Sánchez Sánchez, Ester coincidió a la puerta del pub con ellos, después de que hubieran estado charlando dentro. Fue por ello que el fallecido golpeó a uno de los guardias civiles, según la misma versión.

Ester, apodada La Bombi, afirmó que estaba esperando en la puerta del pub, junto a Santarem y a Félix Galindo, a que otro amigo, Carlos Vidal, la acercara a su casa, en Alpedrete. "Entonces salieron los cuatro guardias civiles y le dijeron a José Manuel: "¿Por qué no dejáis que nos llevemos a la rubia?". El dijo que no y luego le dispararon", afirma.

Carlos Vidal, por su parte, dice que se encontró con la escena al salir del pub. "Había una pequeña discusión. Después, Del Río disparaba a quemarropa contra José Manuel, pero pensé que era de fogueo por lo absurdo de la discusión".

Según las versiones de los amigos de Santarem, fueron ellos los que le trasladaron al puesto de la Cruz Roja en Villalba, y no los guardias civiles, como éstos dijeron. Los agentes acudieron allí en su coche y se produjeron pequeñas agresiones de unos hacia otros. "La actitud de los guardias civiles era una clara provocación ", afirman los amigos.

Unos 1.000 vecinos de Villalba se manifestaron en silencio el viernes tras una pancarta en la podía leerse: "¿Pagarán los asesinos?". Los testigos declararán mañana ante el juez de instrucción de Villalba. El Ayuntamiento de Villalba se personará judicialmente en el caso.

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