Egin y la realidad

Leo con preocupación en las páginas del periódico Egin (1 de abril de 1990) una información titulada La eficacia de la mentira, en la cual se identifica al corresponsal del diario EL PAÍS en San Sebastián con planes policiales, jerarquías militares e intereses de partidos debido a una información por él realizada sobre el caso Pertur.Creo que se debe un mínimo de respeto al trabajo periodístico y al derecho a la información que tanto el corresponsal de EL PAÍS como cualquier otro periodista tienen en España. En otras ocasiones he mostrado mi disconformidad por el tratamien...

Leo con preocupación en las páginas del periódico Egin (1 de abril de 1990) una información titulada La eficacia de la mentira, en la cual se identifica al corresponsal del diario EL PAÍS en San Sebastián con planes policiales, jerarquías militares e intereses de partidos debido a una información por él realizada sobre el caso Pertur.Creo que se debe un mínimo de respeto al trabajo periodístico y al derecho a la información que tanto el corresponsal de EL PAÍS como cualquier otro periodista tienen en España. En otras ocasiones he mostrado mi disconformidad por el tratamiento recibido por Egin desde ciertas esferas; ahora me sorprende que Egin permita que se descalifique un trabajo digno y honrado como es el de José Luis Barbería. La información ha de ser limpia y contrastada, y creo que así lo hace el corresponsal de EL PAÍS día a día. Todos los días leo desde Abc hasta Egin; cada cual enfoca las noticias según su criterio profesional, pero es peligroso deformar la realidad con juicios de valor, como se ha hecho desde Egin, actitud que además pone en peligro la propia integridad del periodista de EL PAÍS. Evitemos que las balas penetren en nuestras letras.- Sergio Juanena Guruceta.