Un hombre se ahorca tras asesinar en un pueblo de Lérida a su esposa a la suegra

Los 1.200 habitantes de Malals tenían ayer un nuevo y trágico motivo de conversación. Josep Antoni Andrés Calzada, de 36 años, que fue hallado ahorcado en la vecina localidad de Altona había asesinado en aquella población a su suegra, Teresa Miró, de 65 años, y a su esposa, María Teresa Aresté, de 28, de quien estaba separado. El recuerdo del homicidio del niño Ramón Josep Florensa, vecino de Malals, en febrero de 1988 estaba en la mente de todos. Maials regresaba a la notoriedad pública, a la crónica negra, por un hecho de sangre.La hipótesis más verosímil que se baraja sobre lo sucedido apun...

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Los 1.200 habitantes de Malals tenían ayer un nuevo y trágico motivo de conversación. Josep Antoni Andrés Calzada, de 36 años, que fue hallado ahorcado en la vecina localidad de Altona había asesinado en aquella población a su suegra, Teresa Miró, de 65 años, y a su esposa, María Teresa Aresté, de 28, de quien estaba separado. El recuerdo del homicidio del niño Ramón Josep Florensa, vecino de Malals, en febrero de 1988 estaba en la mente de todos. Maials regresaba a la notoriedad pública, a la crónica negra, por un hecho de sangre.La hipótesis más verosímil que se baraja sobre lo sucedido apunta a que el doble asesinato se produjo alrededor de las seis de la madrugada. Josep Antoni Andrés, albañil, y María Teresa Aresté vivían separados desde hace algo más de un mes. Ella residía en Malals con su madre y él, en Aitona con sus padres. En la noche del sábado ambos coincidieron en el baile de los quintos. Poco antes de acabar la fiesta, el autor del doble crimen se dirigió a la casa de su suegra, donde ésta se encontraba sola durmiendo. Entró en su habitación y golpeó a la mujer con un palo u objeto contundente hasta causarle la muerte, aunque el cadáver también presentaba varias heridas producidas por un cuchillo. Esperó en el interior de la vivienda a que llegara su esposa. Ella entró pasadas las seis de la madrugada y también acabó con su vida utilizando sólo el objeto contundente.

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