La marejada llega por el Este

La izquierda española busca una nueva definición alrededor del PSOE e Izquierda Unida

Las aguas de la izquierda están revueltas. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) busca su esencia en el Programa 2000 mientras se le desmandan las corrientes; el Partido Comunista de España (PCE) quiere redefinirse, y en Izquierda Unida (IU) algunas voces claman por superar el actual esquema de coalición, y otras, de distinto signo, solicitan una aproximación a la Internacional Socialista. Entre tanto, Santiago Carrillo encuentra un rato para comer con Enrique Curiel y, como cada vez que se mueve el veterano comunista, se desatan los rumores y hay quien ya lo sitúa en la antesala del par...

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Las aguas de la izquierda están revueltas. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) busca su esencia en el Programa 2000 mientras se le desmandan las corrientes; el Partido Comunista de España (PCE) quiere redefinirse, y en Izquierda Unida (IU) algunas voces claman por superar el actual esquema de coalición, y otras, de distinto signo, solicitan una aproximación a la Internacional Socialista. Entre tanto, Santiago Carrillo encuentra un rato para comer con Enrique Curiel y, como cada vez que se mueve el veterano comunista, se desatan los rumores y hay quien ya lo sitúa en la antesala del partido del Gobierno. Todo parece abierto a discusión.

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Los acontecimientos de la Europa del Este han dado dinamismo a un debate que pretende conducir a la construcción de una nueva izquierda, todavía sin definir. El último revulsivo ha venido desde Bolonia, donde el Partido Comunista Italiano (PCI) se ha lanzado a una operación severa de refundación. Las miradas se dirigen ahora a sus camaradas españoles. Es precisamente en el PCE y en el movimiento IU donde los oleajes exteriores han producido mayor resaca.Los recientes pasos dados por el PCE para fortalecer a IU, tras los buenos resultados en las pasadas elecciones, se han querido ver como un acto de cesión de soberanía destinado a formar una fuerza de síntesis de los movimientos sociales y políticos de la izquierda.

La finalidad última no se diferenciaría en este caso de la proyectada por Achille Occhetto para el Partido Comunista Italiano, pero las vías para llegar a ella serían bien distintas: a la disolución del PCI se contrapone el deseo de continuidad del PCE.

La apuesta por una política de convergencia dentro de IU, iniciada en 1983, y el fortalecimiento del PCE no son incompatibles. Juan Berga, responsable del área de Estado del PCE, dice, a título personal, que "está claro que el PCE sigue de momento, como colectivo orgánico, vinculado al proyecto de IU", que es, según su definición, "un convenio de programas de fuerzas comunistas, socialistas y de izquierdas en general que no rechaza establecer relaciones de colaboración con el PSOE si cambia de manera de gobernar".

Esto parece alejar la perspectiva de una autodisolución a la italiana del PCE en el seno de IU, como se habría apuntado desde algunos sectores del propio partido y de algunos independientes de la coalición. Las reticencias a fundir las siglas en un movimiento común, por lo menos a medio plazo, son también fuertes en el Partido de Acción Socialista (Pasoc), donde se teme que la fusión haga parecer a IU "un PCE vestido de lagarterana".

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Definición

Izquierda Unida trabaja en estos momentos en la definición de un entramado no sólo ideológico, sino también organizativo. La estructura de este movimiento político-social descansa en tres órganos: las presidencias colegiadas (con una representación de cada grupo más independientes notables), los consejos políticos y las asambleas de participación.Franco González, miembro del Pasoc y responsable de organización de IU, opina que las asambleas deberían servir para recoger la participación de los militantes en la elaboración de programas, pero las decisiones tendrían que canalizarse a través de los consejos políticos y ejecutarse por las presidencias colegiadas. "No creo que la tercera fuerza de este país deba estar dirígida por decisiones de asambleas; abiertas", afirma. Es, no obstante, un debate abierto.

Izquierda Unida carece todavía de un censo de militantes, cuya participación y presencia en los cargos directivos no están aún reguladas. Tampoco hay carné, cuotas ni fichas unitarias; sólo las de los dos principales partidos de la coalición, el PCE y el Pasoc. El debate sobre estas cuestiones básicas para toda organización que se precie ha quedado aplazado hasta la Il Asamblea Federal de IU, que se celebrara en octubre.

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