¿Dónde están las chicas?

Los presos de Alcalá se quejan de no haber visto a una sola presa

Algunas llegaron a la prisión de jóvenes de Alcalá II hace dos semanas. Estaban en Yeserías o en Ávila, y aseguran que vivir en esta cárcel de moderna estructura, con césped y educadores, ha sido una suerte. Ellos no están tan contentos. No acaban de creerse que algún día aquello se convierta en la primera cárcel mixta de España. Uno se queja amargamente: "Aún no hemos visto a una presa ni de lejos".

Antes de que las 24 nuevas inquilinas llegaran a Alcalá II, Instituciones Penitenciarias sacó de allí a 30 presos varones considerados peligrosos y pintó y adecentó uno de los módulos. Ahor...

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Algunas llegaron a la prisión de jóvenes de Alcalá II hace dos semanas. Estaban en Yeserías o en Ávila, y aseguran que vivir en esta cárcel de moderna estructura, con césped y educadores, ha sido una suerte. Ellos no están tan contentos. No acaban de creerse que algún día aquello se convierta en la primera cárcel mixta de España. Uno se queja amargamente: "Aún no hemos visto a una presa ni de lejos".

Antes de que las 24 nuevas inquilinas llegaran a Alcalá II, Instituciones Penitenciarias sacó de allí a 30 presos varones considerados peligrosos y pintó y adecentó uno de los módulos. Ahora, junto a las 24 mujeres, permanecen en la prisión de segundo grado 333 jóvenes, que han tomado de muy diversa forma la noticia del proyecto de cárcel mixta. "Sería estupendo que pudiéramos compartir cosas con ellas", decía un joven colombiano de aspecto soñador. "Contarles a ellas nuestras cosas nos serviría de mucho consuelo".A las presas, de momento, no les importa tanto la posibilidad de entablar amistades con sus compañeros como el hecho de vivir en una de las cárceles mejor acondicionadas de España. "Aquí, todo es más abierto. Tienes menos sensación de encierro".

En Alcalá II no hay enfermerías separadas ni guardería, por lo que las mujeres que enfermen o queden embarazadas se verán obligadas a abandonar el centro. "En cuanto a los embarazos", dice una funcionaria que ha participado en el programa experimental. "ya nos encargamos de que las presas sepan cómo evitarlos".

Las vallas son fáciles de saltar, pero en Alcalá II hay 150 funcionarios que velan por el orden establecido y la amenaza del traslado a otro centro menos presentable. El proyecto de Instituciones Penitenciarias prevé una integración progresiva. Mientras tanto, los presos aseguran que sus condiciones carcelarias se han endurecido. "Estamos más vigilados desde que llegaron ellas", dice uno. 'Que no se preocupen, hombre, que cuando nos junten no va a pasar nada".

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