El carpintero segundón

Peter Elliot, un carpintero de la factoría British Steel en Rotherham, mantiene la llama sagrada del mediofondo británico, que ha dado una generación asombrosa en los últimos quince años. Pese a su excelente reputación, Elliot pasaba por ser el más opaco de ellos. Coe, Ovett y Cram tenían los registros y el aura de los ganadores. Elliot era el segundo. Le perdía su falta de velocidad en los metros finales. Elliot vivía de su extraordinaria tenacidad, de ese carácter británico para la competición que les permite buscar la victoria por encima de sus carencias.Su historial no era desdeñable, pero...

Peter Elliot, un carpintero de la factoría British Steel en Rotherham, mantiene la llama sagrada del mediofondo británico, que ha dado una generación asombrosa en los últimos quince años. Pese a su excelente reputación, Elliot pasaba por ser el más opaco de ellos. Coe, Ovett y Cram tenían los registros y el aura de los ganadores. Elliot era el segundo. Le perdía su falta de velocidad en los metros finales. Elliot vivía de su extraordinaria tenacidad, de ese carácter británico para la competición que les permite buscar la victoria por encima de sus carencias.Su historial no era desdeñable, pero no había ganado nada. Segundo en 1.500 en Seúl, cuarto en 800. Una vida a la sombra de los ganadores. Hasta hace dos años no ha podido vivir del atletismo. A veces, entre las protesistas de sus compañeros de fábrica, obtenía el permiso para competir en las reuniones de verano.

Con 27 años, Elliot ha estallado. En los Juegos de la Commonwealth batió a toda la tropa keniana y ahora acaba de batir el récord del mundo de 1.500 en pista cubierta. Su nuevo entrenador, Kevin Boyle, ha declarado que Elliot está en condiciones de batir la plusmarca de Auita al aire libre. Su velocidad final ha experimentado una notable mejoría, y mantiene su dureza en la pista. Él es el nuevo emperador del mediofondo británico.