GENTE

Benazir Bhutto

El nacimiento de un hijo en el ejercicio del poder

Benazir Bhutto, la primera ministra de la República Islámica de Pakistán, ha dejado claro que tiene vocación de pionera. A finales de 1988, se convirtió en la primera mujer que ha llegado a la jefatura de un Gobierno islámico. Desde ayer ha pasado a ser la primera jefa de Gobierno del mundo que da a luz a un hijo durante su mandato. Benazir Bhutto, de 36 años, dio a luz en un hospital de Karachi, al sur de Pakistán, a una niña que pesó al nacer 3,400 kilogramos. A la primera ministra, que fue asistida por el doctor Faridoon Sethan, le tuvo que ser realizada una cesárea, al igual que con su pri...

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Benazir Bhutto, la primera ministra de la República Islámica de Pakistán, ha dejado claro que tiene vocación de pionera. A finales de 1988, se convirtió en la primera mujer que ha llegado a la jefatura de un Gobierno islámico. Desde ayer ha pasado a ser la primera jefa de Gobierno del mundo que da a luz a un hijo durante su mandato. Benazir Bhutto, de 36 años, dio a luz en un hospital de Karachi, al sur de Pakistán, a una niña que pesó al nacer 3,400 kilogramos. A la primera ministra, que fue asistida por el doctor Faridoon Sethan, le tuvo que ser realizada una cesárea, al igual que con su primer hijo, Bilawal, de 16 meses de edad."Por la gracia de Alá, el bebé y la madre se encuentran en perfecto estado" anunció la begum Nusrat Buttho, madre de Benazir y viceprimera ministra. Será Nusrat Buttho, según ha declarado ella misma a la agencia France Press, la que ejercerá las funciones de primera ministra mientras su hija se encuentre convaleciente.

Benazir Bhutto, la "querida hija y heredera política" de Zulficar Alí Bhutto, que ignoró a sus otros dos hijos varones y que murió ahorcado en 1979, ha compaginado la modernidad de una mujer educada en Occidente con la tradición musulmana de un país de alrededor de 100 millones de habitantes. Antes de consagrarse a la política y para evitar escándalos, esta mujer a la que todo el mundo define como refinada, inteligente, bella y autoritaria, accedió a casarse por conveniencia familiar con un hombre al que ella no conocía y con el que su madre había firmado el preceptivo contrato nupcial, Asif Zardari, un rico hombre de negocios.

Benazir Bhutto había guardado celosamente la fecha concreta del nacimiento de la niña. El miércoles se había trasladado a Karachi, donde recibió a distintos responsables políticos, muy pocas horas antes de ingresar en el hospital.

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