ADIÓS A DOLORES IBÁRRURI

Sobrecogidos y alborozados

El partido, "tu partido, está sobrecogido y alborozado. Sobrecogido por la grandeza de tu lección que nos remueve hasta el fondo. Alborozado porque se siente confirmado en su apuesta". Julio Anguita, secretario general del PCE, leyó un discurso de cinco folios en homenaje a Pasionaria ante las decenas de miles de personas que se agolpaban en la plaza de Colón. Anguita, en un texto que él había redactado de su puño y letra, en contra de su costumbre de dictar, aseguró que "el PCE, tu PCE, se ratifica y apuesta por todo lo que ha dado sentido a tu vida de luchadora". "Seremos", dijo, la fuerza p...

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El partido, "tu partido, está sobrecogido y alborozado. Sobrecogido por la grandeza de tu lección que nos remueve hasta el fondo. Alborozado porque se siente confirmado en su apuesta". Julio Anguita, secretario general del PCE, leyó un discurso de cinco folios en homenaje a Pasionaria ante las decenas de miles de personas que se agolpaban en la plaza de Colón. Anguita, en un texto que él había redactado de su puño y letra, en contra de su costumbre de dictar, aseguró que "el PCE, tu PCE, se ratifica y apuesta por todo lo que ha dado sentido a tu vida de luchadora". "Seremos", dijo, la fuerza política comunista que estos momentos están demandando". Anguita realizó toda su intervención dirigiéndose a Pasionaria en segunda persona: "Dicen, Dolores, que has muerto. Qué tontería. Pervives en cada uno de los que te quieren y... ¡son tantos!". "Mujer, cuánto has hecho por tus compañeras. Mujer, qué ejemplo para mujeres y hombres. Mujer, qué roca llena de ternura. Mujer, qué fragancia de firmeza". Anguita recordó la evolución del partido que encabeza desde el Frente Popular hasta Izquierda Unida, así como la labor que Dolores Ibárruri realizó como diputada en el Congreso.El secretario general del PCE terminó su intervención con las siguientes frases: "Duerme, compañera Ibárruri. Reposa, camarada Pasionaria. Descansa, presidenta. Sueña dulcemente, madre Dolores".

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Antes tomó la palabra Rafael Alberti para leer su poema "Una Pasionaria para Dolores" que ampliaba otro suyo del mismo título, redactado en Varsovia en 1955 con motivo del 60º cumpleaños de la presidenta del PCE. Dice en algunos de sus versos: "¿Quién no la quiere? No es la hermana, / la novia ni la compañera. / Es algo más: la clase obrera, madre del sol de la mañana". Alberti concluyó: "Alma de nuestra reconquista el mar abierto / una ilusión la más alta revolución en el partido comunista".

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