Zocos de lujo

Venden marca y diseño. Disponen de oficinas bancarias, cajeros automáticos y restaurantes. Los pasillos están llenos de vigilantes jurados. La información al público se sirve por ordenador. Y uno puede comprarse lo mismo una cómoda del siglo XVIII que un perfume sin alcohol o unos pimientos del piquillo rellenos de marisco. Son los nuevos zocos comerciales especializados de alto nivel. La nueva moda en lo que a mercados se refiere comenzó en Barcelona con el Bulevar Rosa y se extendió como la pólvora a las grandes ciudades, sobre todo Madrid.

La Galería del Prado, en los bajos del hotel...

Venden marca y diseño. Disponen de oficinas bancarias, cajeros automáticos y restaurantes. Los pasillos están llenos de vigilantes jurados. La información al público se sirve por ordenador. Y uno puede comprarse lo mismo una cómoda del siglo XVIII que un perfume sin alcohol o unos pimientos del piquillo rellenos de marisco. Son los nuevos zocos comerciales especializados de alto nivel. La nueva moda en lo que a mercados se refiere comenzó en Barcelona con el Bulevar Rosa y se extendió como la pólvora a las grandes ciudades, sobre todo Madrid.

La Galería del Prado, en los bajos del hotel Palace, lleva pocas semanas funcionando. Donde ahora expende bombones Godiva se ubicaba antes la entrada al cine Palace, una sala con sillones de terciopelo rojo. En la nueva decoración mandan los mármoles crema, las grandes columnas y las esculturas. Obreros con el mono dando los últimos toques a los escaparates se mezclan con señoras vestidas con cueros, pieles y zapatos italianos.La mujer copa un 90% de la clientela de la Galería del Prado. En el centro, además de tomar el té con las amigas bajo una luminaria de colores, pueden comprar ropa para ellas, sus maridos y los niños. Cristina Llelas, relaciones públicas del hotel Palace y de la Galería, define el centro como "selecto y muy en la onda europea". Tan selecto que el alquiler del metro cuadrado no baja de las 5.000 pesetas más los gastos de seguridad y megafonía.

El centro es propiedad del mismo grupo del hotel Palace, y abre de diez de la mañana a nueve de la noche. Montserrat, una de las propietarias del Gourmet de Palacio, un local especializado en la venta de productos caseros y artesanos de todas las regiones, explica que una buena parte de la clientela está alojada en los hoteles de la zona, sobre todo japoneses y americanos, que se vuelven locos con el mazapán de Toledo y el aceite español.

Diseño

Más al sur está el Mercado Puerta de Toledo. Alrededor de las doce de la mañana de un día entre semana son pocas las personas que circulan por el antiguo mercado de pescados. Los dependientes, vestidos a la última, leen los periódicos o charlan entre sí. El centro, ubicado en un edificio de hormigón y ladrillo con un gran reloj de sol a la entrada, cuenta con más de un centenar de establecimientos. La actividad comercial se complementa con exposiciones -la última estuvo dedicada a los toreros, con montajes realizados por Cristina Spengler-, pasarelas de moda y conciertos.El cliente típico del Puerta de Toledo tiene entre 30 y 50 años, desempeña profesiones liberales y está acostumbrado a invertir en imagen. En el antiguo mercado de pescados la oferta de ropa oscila entre lo clásico y la vanguardia. Ágata Ruiz de la Prada, Antonio Alvarado o Tráfico de Modas (hermanos de Mariscal), entre otros, venden allí sus modelos.

La presidenta de la asociación de comerciantes del mercado, Marian Diéguez, asegura que las esperanzas con respecto al funcionamiento del centro "son buenas, pero las realidades no tanto. Nos estamos asentando y estamos encontrando nuestro público". Puerta de Toledo ha pasado por momentos difíciles. Los comerciantes se quejan de falta de promoción por parte de la Comunidad y el Ayuntamiento, promotores de la operación. Otros achacan las dificultades a su ubicación: un barrio de viviendas modestas con una dotación comercial de elite. En Puerta de Toledo subsiste un sector tan resbaladizo como el de la moda frente a algo tan sólido como el anticuario.

El joven que lleva la tienda de los diseñadores Luis Devota & Modesto Lomba asegura que "hay pocos clientes, pero los que vienen compran". De las perchas cuelgan abrigos y prendas de angora y lana en tonos negros y verdes. Todo muy en la línea de los años cuarenta. Devota no sabe todavía si el negocio es rentable. "La gente", dice el diseñador al referirse a los inconvenientes del mercado, "debe aprender a desplazarse para comprar, como en otras ciudades europeas".

Moda Shopping, en el complejo Azca, los multicentros de Serrano, Argüelles y Orense, y el Zoco de Majadahonda completan una oferta comercial de alto nivel que se ampliará el próximo mes con la inauguración del centro comercial Arturo Soria Plaza.