Nuevo rebrote de la inflación en el Reino Unido al subir en septiembre un 0,7%

Las noticias económicas negativas no dejan de chorrear sobre el Gobierno de Margaret Thatcher, que ayer hubo de aceptar un despunte de la inflación que eleva la tasa interanual del 7,3% al 7,6%.Nigel Lawson, el ministro de Hacienda, intentó tranquilizar los ánimos reiterando que la inflación británica está en el camino del descenso y que es imposible que esa caída sea en línea recta.

La presión política y económica sobre el Gobierno conservador es grande, embarcado en un combate contra la inflación que produce medidas impopulares y que no termina de dar resultado a ojos del angustiado e...

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Las noticias económicas negativas no dejan de chorrear sobre el Gobierno de Margaret Thatcher, que ayer hubo de aceptar un despunte de la inflación que eleva la tasa interanual del 7,3% al 7,6%.Nigel Lawson, el ministro de Hacienda, intentó tranquilizar los ánimos reiterando que la inflación británica está en el camino del descenso y que es imposible que esa caída sea en línea recta.

La presión política y económica sobre el Gobierno conservador es grande, embarcado en un combate contra la inflación que produce medidas impopulares y que no termina de dar resultado a ojos del angustiado elector. Hace una semana se subieron los tipos básicos hasta el 15%, con su inmediata repercusión sobre los préstamos hipotecarios, en un esfuerzo dirigido a controlar el gasto y la inflación y ahora el ciudadano recibe la ducha fría de un incremento de la carestía de la vida del 0,7%, el más alto desde abril.

Lucha contra la inflación

La cifra sorprendió a la City, que esperaba un 0,4%, pero Lawson, que la víspera indicó que la lucha contra la inflación es su principal objetivo, pretendió poner buena cara al contratiempo. "La inflación está bajando, alcanzó su punto alto en mayo con el 8,3% y no debe esperarse que caiga en línea recta", dijo.Lawson reiteró también que, si es necesario, volverá a subir los tipos de interés, algo que la City espera acabe haciendo para proteger la libra, sometida a crecientes tensiones vendedoras.

El líder de la oposición, Neil Kinnock, salió ayer de su silencio de esta semana y urgió la entrada de la libra en el Sistema Monetario Europeo (SME), después de criticar, por escapista, el discurso del día anterior de Lawson en el congreso conservador, en el que no habló del déficit de la balanza de pagos ni del SME.

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