El Oviedo ridiculizó al Barcelona, que corre peligro de quedar descartado para la lucha por el titulo

El Barcelona ha vuelto a hacer feliz a un modesto. El Oviedo jugó anoche un primer tiempo que se recordará durante muchos años y después se dedicó a conservar la diferencia acumulada. El Barça estuvo atolondrado sin sitio y -medroso y se vio desbordado muchas veces por un Oviedo que hizo un uso -perfecto del pressing. Este es el segundo partido consecutivo que pierde el equipo azulgrana fuera de casa. El Barcelona corre el peligro de quedar descartado anticipadamente para la lucha por el título.

Cruyff volvió a sorprender dejando a Julio Salinas, sustituido por Roura ,y Serna, por q...

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El Barcelona ha vuelto a hacer feliz a un modesto. El Oviedo jugó anoche un primer tiempo que se recordará durante muchos años y después se dedicó a conservar la diferencia acumulada. El Barça estuvo atolondrado sin sitio y -medroso y se vio desbordado muchas veces por un Oviedo que hizo un uso -perfecto del pressing. Este es el segundo partido consecutivo que pierde el equipo azulgrana fuera de casa. El Barcelona corre el peligro de quedar descartado anticipadamente para la lucha por el título.

Cruyff volvió a sorprender dejando a Julio Salinas, sustituido por Roura ,y Serna, por quien jugó Julio Alberto, en el banquillo y colocó a Koeman que estuvo indeciso y sin ninguna capacidad para desplegar el juego que se le supone como libero tradicional.

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La capacidad del Oviedo para recuperar balones en el centro del campo fue proverbial durante toda la primera parte y permitió a los delanteros locales llegar unas cuantas veces con ventaja ante Zubizarreta, obligado a actuar muy adelantado.

La incapacidad azulgrana para sobrepasar al Oviedo fue un hecho casi todo el partido pero de un modo más acusado hasta el descanso. El equipo de Irureta entregó medio campo a su rival y marcó férreamente hombre a hombre en defensa y en las bandas del centro del campo lo que impidió siempre la capacidad de maniobra azulgrana. Anulados Roberto y Eusebio por Bango y Rivas, Sergi y Amor no aprovecharon casi nunca la mayor libertad de acción que les permitieron Berto y Vinyals que se convirtieron en los lanzadores de los delanteros del Oviedo.

Los titubeos y errores defensivos de los defensas azulgranas agravaron la situación y, además, el Oviedo se vio favorecido en la jugada del penalti en la que previamente Carlos se había llevado el balón con la mano. Pero era una buen noche para los de casa porque aunque Zubi detuvo la pena máxima, Sarriugarte estableció en el rechace la primera diferencia.

El Oviedo pudo ampliarla antes del golazo de cabeza de Gorriarán, por ejemplo, en una apurada cesión de Julio Alberto a Zubizarreta, en un contraataque en el que se quedaron tres ovetenses contra un defensor contrario, o en un remate de Rivas. Y después del segundo gol, cuando ya se cumplía el tiempo de la primera parte, Sarriugarte remató fuera un buen pase de Carlos.

Tras el descanso, Cruyff hizo algunas modificaciones que cambiaron la manera de jugar del Barcelona pero no la suerte del partido. Laudrup se retrasó y ocupó la posición de Amor en la que lució su innegable clase y Julio Salinas se situó como delantero centro. Aunque la presión azulgrana fue durante todo este segundo tiempo mucho más constante, el Oviedo no pasó por grandes apuros aunque Zubeldía tuvo que intervenir con acierto a un tiro de Laudrup o un cabezazo de Roberto, por ejemplo.

Lo cierto, es que,ni Koeman ni sus compañeros de zaga, mejoraron su actuación y el tanto Carlos como Berto y Sarriugarte pudieron volver a plantarse solos ante Zubizarreta.

El Oviedo jugó toda la segunda parte atrincherado en su área y sin la velocidad y sobre todo la capacidad de anticipación que tuvo en la primera. También es cierto que Laudrup dio mucha más creatividad al centro del campo azulgrana, si bien casi nunca encontró apoyos -solventes para concretar la jugada.

A medida que fue acercándose el final del partido, el Oviedo vio -que también podía repetir la reciente victoria del Valladolid e Irureta retiró incluso a los dos delanteros para proteger más su retaguardia. El Barcelona fue limitándose a buscar los centros por alto por ver si Roberto o Julio Salinas eran capaces, alguna vez, de superar a Bango o Sañudo. El único que encontró un buen remate de cabeza fue Sergi pero. mandó el balón fuera.

El Barcelona acabó despreocupado y casi como si no estuviera en el partido. Había arriesgado mucho durante casi todo el partido y eso lo está empezando a pagar muy caro. Ahora hasta el Oviedo, que juega más defensivo esta temporada que la pasada, pudo derrotar al equipo de Cruyff

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