El Castellón celebró el empate como si se tratara de un triunfo

El Real Madrid tuvo que contentarse con un empate ante un Castellón que luchó para conseguir ese resultado final, festejado por el equipo y sus seguidores como si fuera una victoria. Fue el primer partido de los albinegros en casa tras el ascenso y nada menos que ante el actual campeón. El equipo local, con ganas y coraje, plantó cara a un Madrid que no logró más porque sus delanteros fallaron demasiado y no pudieron superar a la defensa local.

El peligro madridista llegó casi siempre enjugadas a balón parado. Así, Hugo Sánchez, en el minuto 6 cabeceó desde cerca al saque de una fal...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Real Madrid tuvo que contentarse con un empate ante un Castellón que luchó para conseguir ese resultado final, festejado por el equipo y sus seguidores como si fuera una victoria. Fue el primer partido de los albinegros en casa tras el ascenso y nada menos que ante el actual campeón. El equipo local, con ganas y coraje, plantó cara a un Madrid que no logró más porque sus delanteros fallaron demasiado y no pudieron superar a la defensa local.

El peligro madridista llegó casi siempre enjugadas a balón parado. Así, Hugo Sánchez, en el minuto 6 cabeceó desde cerca al saque de una falta, pero Emilio, bien colocado, despejó y el balón dió en el larguero para volver al terreno de juego.

Poco a poco, el Castellón, que en los primeros minutos apenas si llegó al área de Buyo, se sacudió el dominio madridista en el centro del campo y, al contraataque, empezó a crear peligro. Alcañiz se internó en el minuto 23 por la derecha y llegó a la línea de fondo, pero su centro fue a las manos de Buyo. La ocasión más clara del Castellón en la primera parte fue para Escobar, que lanzó un duro disparo desde fuera del área que Buyo despejó con apuros.

La segunda parte empezó con un fuerte aguacero y con un Castellón más ofensivo. La lluvia duró poco, lo mismo que ese dominio inicial del equipo local. El cambio de Aldana por Paco Llorente dió pronto sus frutos. La velocidad del extremo madridista se dejó notar, sobre todo por contraste con la primera parte, en la que el Madrid actuó muy lento. El segundo cambio madridista tampoco cambió mucho las cosas. El Castellón se limitó a aguantar. Michel tuvo dos oportunidades claras que no resolvió. En la primera remató un centro de Paco Llorente desde la izquierda, pero el balón fue al travesaño, en la segunda, más clara, remató muy mal. Por si fuera poco, el portero local, Emilio, se encargó de parar los postreros y peligrosos disparos de Schuster y Hugo Sánchez.

Archivado En