LA ANTICIPACIÓN DE LAS LEGISLATIVAS

Convergència, sin "operación reformista"

El recuerdo del fracaso de la operación reformista, que Miquel Roca encabezó en 19,86, ha hecho que ahora Convergéncia i Unió (CiU) acoja el adelantamiento de las elecciones legislativas con evidentes signos de malhumor. El disgusto se ha traducido en ácídas críticas tanto del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, como de Roca a la decisión del Gobierno socialista.Para CiU -y para el propio Roca- estas elecciones plantean el reto de superar en Cataluña el resultado de 1986, cuando el lanzamiento del otrora líder del reformismo como presunto rival de Felipe González ofreció a...

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El recuerdo del fracaso de la operación reformista, que Miquel Roca encabezó en 19,86, ha hecho que ahora Convergéncia i Unió (CiU) acoja el adelantamiento de las elecciones legislativas con evidentes signos de malhumor. El disgusto se ha traducido en ácídas críticas tanto del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, como de Roca a la decisión del Gobierno socialista.Para CiU -y para el propio Roca- estas elecciones plantean el reto de superar en Cataluña el resultado de 1986, cuando el lanzamiento del otrora líder del reformismo como presunto rival de Felipe González ofreció al electorado catalán la ilusión óptica de que, si le apoyaba en las urnas, no iba a votar a un partido regional, sino a una de las grandes opciones que configuraban la política española.

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Este efecto hizo que CiU incrementara en un 50% sus diputados en Cataluña, y pasara de 12 a 18, aunque el partido reformista no consiguiera ni un solo escaño en el resto ide España.

"El hombre en Madrid"

La rotundidad del fracaso llevó a que desde entonces se haya especulado en Cataluña con la eventualidad de que Miquel Roca optase en 1991 a la alcaldía de Barcelona, abandonando su especialización en la política española. El adelantamiento de las elecciones ha obligado a cortar estas especulaciones, que se alimentaban en gran parte en el silencio del propio Roca.. Pujol ratificó ya el martes que Roca es y seguirá siendo "el hombre de CiU en Madrid".

Convergéncia i Unió aspira a mantener el techo electoral de 1986. El riesgo a conjurar es que tras perder dos escaños en las elecciones autonómicas de 1988 y uno en las europeas del pasado Junio, CiU sufra ahora el tercer descenso consecutivo con que sueñan sus rivales catalanes de izquierda y derecha.

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