Maja Ekelof, escritora

Maja Ekelof, escritora sueca de inusual trayectoria, falleció en Estocolmo a la edad de 71 años. De origen humilde, debutó en las letras cuando tenía 52 años, con un libro impactante cuyo título podría traducirse al castellano como Informe desde un cubo de limpieza.

La novela, escrita en forma de diario, es un testimonio de los años en que había trabajado como limpiadora comunal y, al mismo tiempo, el reflejo de una dura realidad de algunos sectores M país que no aparece con frecuencia a la superficie. Horarios agotadores, porque la obligaban a levantarse de madrugada, siendo mad...

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Maja Ekelof, escritora sueca de inusual trayectoria, falleció en Estocolmo a la edad de 71 años. De origen humilde, debutó en las letras cuando tenía 52 años, con un libro impactante cuyo título podría traducirse al castellano como Informe desde un cubo de limpieza.

La novela, escrita en forma de diario, es un testimonio de los años en que había trabajado como limpiadora comunal y, al mismo tiempo, el reflejo de una dura realidad de algunos sectores M país que no aparece con frecuencia a la superficie. Horarios agotadores, porque la obligaban a levantarse de madrugada, siendo madre de varios hijos, no impidieron que, ya adulta, comenzara a interesarse por la literatura y otros conocimientos a los que nunca había tenido acceso.

Limpiando en una biblioteca municipal tuvo su primer contacto con los libros de los llamados escritores proletarios, que leyó con avidez. Venciendo el cansancio, acudía por las noches a cursos nocturnos, donde amplió su mundo aprendiendo inglés e historia y perfeccionando su propio idioma. Su nombre como escritora surgió en 1970, cuando ganó un concurso sobre novela política organizado por la editorial Raben Sjogren, con el libro mencionado. Con ese mismo libro, el único que pudo escribir, obtuvo más tarde el premio de literatura Ivar-Lo Johansson, dotado con 100.000 coronas. Su notoriedad no le hizo perder los vínculos con sus orígenes ni su compromiso con los débiles. Cuando los periodistas la entrevistaron tras obtener su primer galardón, dijo: "En realidad nada ha cambiado, yo soy todavía limpiadora. Sólo que tenía que decir lo que he escrito".

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