Ante las próximas elecciones

Yo desearía, como españolito de a pie, que en las próximas y probablemente cercanas elecciones los partidos políticos intentaran hacer un esfuerzo por cuantificar sus programas, por dar cifras y plazos de sus promesas electorales. Uno empieza a estar cansado, y éste es un sentimiento muy extendido de la actitud del político que por miedo a quemarse escamotea a los ciudadanos el derecho a saber con qué criterio objetivo se le podrá juzgar en las urnas. Y, claro, al no existir referentes concretos, el criterio dominante pasa a ser la imagen, la retórica, en fin, los efectos especia...

Yo desearía, como españolito de a pie, que en las próximas y probablemente cercanas elecciones los partidos políticos intentaran hacer un esfuerzo por cuantificar sus programas, por dar cifras y plazos de sus promesas electorales. Uno empieza a estar cansado, y éste es un sentimiento muy extendido de la actitud del político que por miedo a quemarse escamotea a los ciudadanos el derecho a saber con qué criterio objetivo se le podrá juzgar en las urnas. Y, claro, al no existir referentes concretos, el criterio dominante pasa a ser la imagen, la retórica, en fin, los efectos especiales en vez del guión. En este país se vive con la sensación de que hay liderazgo, y pienso que es una sensación, en efecto, no un hecho. Hay, eso sí, dos o tres buenos comunicadores y poco más. Pero líderes que estén dispuestos a dar el callo, que puedan y sepan movilizar las energías de este país medio dormido, ilusionar a las gentes con metas posibles sin perder de vista las imposibles, eso ya es más difícil. A la larga, si los políticos no logran cambiar de actitud y los ciudadanos no somos más exigentes, nos iremos retirando unos y otros a nuestros cuarteles de invierno, esto es, los políticos a administrar el Estado, corno si la política se agotara con la aprobación de los presupuestos, y los ciudadanos a trabajar y a consumir, como si éste fuera el mejor mundo de los posibles.-