Un hombre estafa a los familiares de un difunto con el timo de "la lápida"

Los que viven de la picaresca siempre encuentran situaciones propicias para ejecutar sus planes y cometer pequeñas estafas. Una de las situaciones más favorables para los timadores es, sin duda, la que se crea en una familia cuando muere un ser querido. En estos casos, los deudos andan aturdidos y son proclives a caer en la trampa.Un desconocido ha culminado con éxito un nuevo timo, que ha sido bautizado como el de la lápida, debido a que el engaño se basa precisamente en la talla de una piedra con el epitafio correspondiente.

Natalio Mesa informó a la agencia Europa Press que su...

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Los que viven de la picaresca siempre encuentran situaciones propicias para ejecutar sus planes y cometer pequeñas estafas. Una de las situaciones más favorables para los timadores es, sin duda, la que se crea en una familia cuando muere un ser querido. En estos casos, los deudos andan aturdidos y son proclives a caer en la trampa.Un desconocido ha culminado con éxito un nuevo timo, que ha sido bautizado como el de la lápida, debido a que el engaño se basa precisamente en la talla de una piedra con el epitafio correspondiente.

Natalio Mesa informó a la agencia Europa Press que su familia fue víctima del citado timo tras la muerte de su suegro, ocurrida el pasado Viernes Santo. El cadáver fue enterrado alas 11.30 de la mañana del sábado en uno de los nichos del cementerio madrileño de Carabanchel.

Poco después del sepelio se presentó en el domicilio del difunto un hombre que aseguró ser empleado de una empresa dedicada a la confección de lápidas mortuorias y ofreció un amplio muestrario de las mismas, además de otro tipo de adornos y accesorios.

Los familiares del difunto y el trabajador de la supuesta firma de mármoles acordaron colocar en el nicho una lápida con su correspondiente inscripción, cuyo precio era de 30.000 pesetas. El presunto timador se apresuró a informar a sus clientes que era costumbre pagar la mitad del importe del encargo por adelantado. Los deudos aceptaron sin rechistar: abonaron al desconocido las 15.000 pesetas y no le reclamaron ningún tipo de justificante.

Natalio Mesa ha declarado a un redactor de Europa Press que ni él ni ninguno de sus allegados han vuelto a tener la menor noticia del misterioso desconocido y, pese al tiempo transcurrido, el nicho de su suegro sigue sin lápida. Todas las indagaciones realizadas en busca del estafador han arrojado hasta ahora resultado negativo.

Una de las cosas que más extrañeza le ha causado a Mesa es que el presunto timador conociera el domicilio de su suegro, debido a que este dato era sabido por muy escasas personas.

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