Dos jóvenes denuncian haber sido violadas y maltratadas en un hotel por dos desconocidos

Dos jóvenes de 18 y 20 años denunciaron ayer haber sido violadas y haber sufrido malos tratos por parte de dos hombres a quienes habían conocido poco antes. Los hechos ocurrieron, según fuentes policiales, en el hotel Convención, en la calle O'Donnell del distrito de Salamanca.Según la Policía, sobre las ocho de la tarde, las jóvenes, María Teresa O., de 20 años, hija de españoles, nacida en París, y Julia R. de 18 años y nacida en Tánger, entablaron conversación con dos hombres en la discoteca del hotel Convención. Poco después subieron con los dos desconocido a una habitación del hotel cuya...

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Dos jóvenes de 18 y 20 años denunciaron ayer haber sido violadas y haber sufrido malos tratos por parte de dos hombres a quienes habían conocido poco antes. Los hechos ocurrieron, según fuentes policiales, en el hotel Convención, en la calle O'Donnell del distrito de Salamanca.Según la Policía, sobre las ocho de la tarde, las jóvenes, María Teresa O., de 20 años, hija de españoles, nacida en París, y Julia R. de 18 años y nacida en Tánger, entablaron conversación con dos hombres en la discoteca del hotel Convención. Poco después subieron con los dos desconocido a una habitación del hotel cuya llave tenía uno de ellos.

Media hora después, las dos jóvenes salieron "en estado lastimoso", según la Policía por lo que un vigilante del hotel las trasladó al cercano hospital Gregorio Marañón. Las jóvenes tenían heridas y hematomas en todo el cuerpo. El estado de Julia R. , quien sufría fracturas, fue calificado de grave.

Según sus declaraciones, los dos desconocidos las habían violado, golpeado y producido algunos cortes con la llave de la habitación. Llave que la Policía investiga cómo obtuvieron los dos agresores pues la habitación no estaba alquilada. El suelo y paredes del cuarto mostraban numerosas manchas de sangre. Ambas jóvenes denunciaron los hechos en comisaría, aunque una de ellas al final se negó a ser reconocida de la supuesta agresión sexual sufrida. La Policía investiga la identidad de los agresores. Según las agredidas, uno de ellos tiene los brazos tatuados.

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