Cartas al director

Réplica del duque de Alba

En EL PAÍS del pasado 27 de marzo han tenido ustedes el acierto de publicar el artículo de don Jaime Siles Epístola intelectual al duque de Alba.Agradezco sobremanera ese sensible artículo que don Jaime Siles me dirige. Sin embargo, debo aclarar que yo no he escrito que Paul Celan se suicidase en París "en el último febrero". Haciendo una referencia velada a un poema, muy conocido, de un celebérrimo poeta hispano escribí: "Se suicidó en París, no sé si en febrero". Frase de la cual sólo el señor Siles ha deducido que yo pienso que el escritor judío se quitó la vida en 1988.

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En EL PAÍS del pasado 27 de marzo han tenido ustedes el acierto de publicar el artículo de don Jaime Siles Epístola intelectual al duque de Alba.Agradezco sobremanera ese sensible artículo que don Jaime Siles me dirige. Sin embargo, debo aclarar que yo no he escrito que Paul Celan se suicidase en París "en el último febrero". Haciendo una referencia velada a un poema, muy conocido, de un celebérrimo poeta hispano escribí: "Se suicidó en París, no sé si en febrero". Frase de la cual sólo el señor Siles ha deducido que yo pienso que el escritor judío se quitó la vida en 1988.

Sin entrar en valoraciones sobre Adorno, sí advierto al autor del artículo que las discrepancias entre aque filósofo de Francfort y Benjamin son más bien cosecha del primero y mucho menos del segundo. Mi artículo lleva un título: El caso, Heideggerz; esto es, que no trato en él de enjuiciar la obra del pensador de la Selva Negra, sino únicamente un capítulo desolador y vergonzoso de su vida: su temprana ideología racista y su pertenencia al partido nacionalsocialista. Nada sé del señor Farias; pero difícilmente podrá alguien discutir los hechos que del libro del autor chileno expongo en mi artículo. En lo que a Ortega se refiere, no entra de puntillas en mi artículo, como dice el señor Siles. Repito simplemente la caricatura que un eximio y malogrado novelista hace, con fundamento en la realidad, de una conferencia del maestro. Por últirno: que no se preocupe el señor Siles. Seguiré leyendo a Heidegger, según afirmo explícitamente en mi artículo respecto a dos de sus obras: De camino al habla y Heráclito-

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