La policía descubre un alijo de cocaína camuflado en las fundas de un lote de discos de música colombiana

JESÚS DUVA Un colombiano fue detenido cuando inspectores de la comisaría de Centro registraron la habitación que aquél ocupaba en una pensión próxima a la Puerta del Sol y descubrieron que ocultaba un kilo de cocaína entre las fundas de un lote de discos musicales. Policías de la misma unidad se incautaron en otra operación de casi 69 kilos de hachís que un marroquí tenía escondidos en una vivienda de Fuenlabrada (Madrid). En otra tercera intervención, enmarcada en la operación limpieza de Centro, fue arrestado un sargento de Artillería por presunta implicación en receptación de objetos robad...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

JESÚS DUVA Un colombiano fue detenido cuando inspectores de la comisaría de Centro registraron la habitación que aquél ocupaba en una pensión próxima a la Puerta del Sol y descubrieron que ocultaba un kilo de cocaína entre las fundas de un lote de discos musicales. Policías de la misma unidad se incautaron en otra operación de casi 69 kilos de hachís que un marroquí tenía escondidos en una vivienda de Fuenlabrada (Madrid). En otra tercera intervención, enmarcada en la operación limpieza de Centro, fue arrestado un sargento de Artillería por presunta implicación en receptación de objetos robados.

Agentes del Servicio Zonal -Especial de Centro detuvieron a últimas horas de la noche del pasado jueves al colombiano Alvaro Sarriá Cabrera, de 50 años, cuando caminaba por la calle de la Cruz. En su poder fue encontrada una bolsita que contenía alrededor de 60 gramos de cocaína.Los policías procedieron posteriormente, con autorización del propio suramericano, a registrar la habitación que éste ocupaba desde hace aproximadamente un mes en el hostal Cantábrico, sito en la finca número 5 de la calle de la Cruz.

El sospechoso, según comentó un responsable policial, dejó que se registrase su cuarto sin poner ningún impedimento "porque creyó que no encontraríamos la droga".

La mercancía estaba perfectamente camuflada entre las fundas de ocho discos de música clásica colombiana. En cada una de las caras de la funda había una lámina de cocaína, que posteriormente había sido recubierta con una cartulina, conformando así una especie de doble fondo. El alijo arrojó un peso conjunto de casi un kilo.

En la habitación fueron decomisados también un dinamómetro de mano, 400 dólares americanos, dos frascos de Britapén -antibiótico que suele utilizarse para adulterar la cocaína- y 23 comprimidos del medicamento denominado Tagamet.

Sarriá Cabrera, que carecía hasta ahora de antecedentes, presuntamente se dedicaba a la distribución de cocaína a un nivel medio, ya que parece que no vendía menos de 60 o 70 gramos en cada operación, según la policía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los encargados de la investigación sospechan que el colombiano estaba entrando en contacto con otros traficantes de menor escala, quienes a su vez suelen suministrar cocaína a los que después la venden al por menor en discotecas de moda y centros de diversión.

Por otra parte, inspectores del Grupo Judicial de Centro detuvieron a Mohamed Nichan, marroquí, de 24 años, cuando circulaba en un coche en dirección a Madrid, procedente de Fuenlabrada. Al registrar el turismo, los agentes hallaron siete pastillas de hachís.

El juez de instrucción de Leganés autorizó posteriormente el registro de la casa que Nichan habitaba en la calle del Paular, en Fuenlabrada, y descubrieron en un cuarto trastero del garaje otro cargamento de chocolate (hachís). La mercancía arrojó un peso conjunto de casi 69 kilos, según fuentes policiales.

Sargento

Finalmente, un sargento de Artillería y su esposa fueron detenidos dentro de la operación limpieza que se está llevando a cabo desde hace meses en el distrito de Centro, encaminada fundamentalmente a luchar contra el tráfico de drogas a pequeña escala y la receptación de objetos de dudosa procedencia.

El sargento Eugenio Valentín A. C, y su mujer, Adoración G. P., fueron arrestados debido a que la habitación que ocupaban, en el hostal Marlasca, en la calle de La Cruz, estaba llena de aparatos electrónicos, cámaras fotográficas, joyas y perfumes, de procedencia dudosa.

El suboficial, que presta servicio en un acuartelamiento del barrio de Campamento, está casado con una hija de los dueños del hostal. Éstos no estaban durante el registro policial, autorizado por el Juzgado de Instrucción número 7.

Los cocos, en el horno

El juez de instrucción central número 4 ordenó la destrucción de la cocaína encontrada la semana pasada dentro de un cargamento de 50.000 cocos tropicales y que un grupo de narcotraficantes colombianos había almacenado en una nave industrial del pueblo de Barajas.El jueves pasado fueron quemados en un horno los 300 kilos de droga que han sido extraídos hasta el momento del interior de una parte de los miles de frutos sospechosos. La quema se realizó en las instalaciones policiales de la carretera de Canillas, en presencia del secretario del juzgado y de un representante del Ministerio de Sanidad.

En las mismas instalaciones 1 oficiales continúan almacenadas unas 15 toneladas de cocos que aún no han sido reventados para determinar si alguno de ellos contiene cocaína. Pero esta tarea es considerada como "muy laboriosa" por el Servicio Central de Estupefacientes.

Los mandos policiales, según manifestó uno de ellos, están estudiando la posibilidad le proceder a la total destrucción del cargamento de fritas, renunciando a saber la cantidad de droga que hay escondida bajo la cáscara leñosa de los cocos. "Si el juez o autoriza", dijo el mismo policía, "lo mejor es quemar todo, porque poco importa conocer el peso final del alijo de cocaína".

Archivado En