Un Barcelona eficaz pudo con una Real brillante

Cuentan que hace unas tres semanas Johan Cruyff reunió a sus chicos en el vestuario y les dijo: "Nos han cogido el truco y hay que cambiar, o sea, que si hasta ahora cada uno de ustedes -porque a él también le gusta que le traten de usted- tenía un sitio fijo en el campo, a partir de ahora van a intercambiarse sus posiciones constantemente, sin parar, y van a jugar el balón allá donde les pille".Y, claro, como ellos son chicos obedientes, cumplieron. Y así fue posible, por ejemplo, ver ayer a Carrasco con el 9 haciendo de 11 y de 7; a Txiki, con el 11 Jugando de 9 o de 6; a Lineker, de ...

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Cuentan que hace unas tres semanas Johan Cruyff reunió a sus chicos en el vestuario y les dijo: "Nos han cogido el truco y hay que cambiar, o sea, que si hasta ahora cada uno de ustedes -porque a él también le gusta que le traten de usted- tenía un sitio fijo en el campo, a partir de ahora van a intercambiarse sus posiciones constantemente, sin parar, y van a jugar el balón allá donde les pille".Y, claro, como ellos son chicos obedientes, cumplieron. Y así fue posible, por ejemplo, ver ayer a Carrasco con el 9 haciendo de 11 y de 7; a Txiki, con el 11 Jugando de 9 o de 6; a Lineker, de 7 rematando como un ariete o tapando al lateral izquierdo; a Eusebio, primero de 8, luego de 10 y más tarde otra vez de 8; a Roberto, bajando por la derecha y luego saliendo por la izquierda.

Más que un terreno de juego, aquello parecía un circuito de velocidad. Los primeros cinco minutos fueron vertiginosos, con los azulgrana arriba y abajo, a la derecha y a la izquierda, y los blanquiazules forzando córners.

Pero las correrías se acabaron pronto porque Lineker acertó en el primer remate a puerta (m. 6), y el Barcelona cedió el mando del partido a la Real para pillarle a la contra. Los azulgrana acabaron por acomodarse al partido y permitieron que Toshack exhibiera una nueva generación de fútbolistas que, seguramente, la próxima temporada o la otra servirán para que el Barcelona complete otra gran plantilla. Porque Toshack saca promesas para que luego Cruyff las exhiba. Es el caso de Bakero y Beguiristáin. Los goles le salvaron la noche a Cruyff. Porque el técnico holandés ya no tiene bula en el Camp Nou para hacer lo que se le antoje. El público le dejó ayer sordo a silbidos cuando sustituyó a Lineker por Soler, porque tenía miedo de Iturrino.

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