Francis insiste en que Johnson fue víctima de un sabotaje en Seúl

El entrenador Charlie Francis reconoció ayer que el atleta canadiense Ben Johnson ingirió esteroides anabolizantes por última vez el 2 de septiembre, 21 días antes de las eliminatorias de los 100 metros en los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Pero matizó que Johnson no consumía la droga por la cual dio positivo y denunció un posible sabotaje. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha admitido que se incurrió en. ciertas irregularidades durante las dos horas que Johnson necesitó para suministrar la muestra de orina, pero que no fueron suficientes para invalidar el control antidoping. Además,...

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El entrenador Charlie Francis reconoció ayer que el atleta canadiense Ben Johnson ingirió esteroides anabolizantes por última vez el 2 de septiembre, 21 días antes de las eliminatorias de los 100 metros en los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Pero matizó que Johnson no consumía la droga por la cual dio positivo y denunció un posible sabotaje. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha admitido que se incurrió en. ciertas irregularidades durante las dos horas que Johnson necesitó para suministrar la muestra de orina, pero que no fueron suficientes para invalidar el control antidoping. Además, la mayoría de los médicos han declarado que es casi imposible inyectar una bebida con anabolizantes y que la víctima dé positivo ese mismo día.Johnson lo dio por estanozolol, una droga que le dejaba tieso y que no consumía desde la primavera de 1987, según Francis. "Lo último que deseábamos es que se sintiera dolorido y torpe", declaró éste. En su lugar, Johnson ingería furazabol y somatropina, una hormona de crecimiento que se extrae de los cadáveres.

Un negro de tez clara

Francis declaró que por poco sufre un "infarto" cuando le informaron -dos días después de que ganase la medalla de oro con el tiempo récord de 9.79 segundos- de que Johnson había dado positivo por el estanozolol: ', No tenía lógica". Puntualizó que comenzó a creer en un sabotaje cuando Johnson contó lo que ocurrió durante el control y expuso: "Yo sabía que ese hombre era peligroso". Según varios testigos, había personas no autorizadas en la sala. Sin embargo, no todos concuerdan sobre la descripción del autor del presunto sabotaje. Johnson dijo que era un negro. Don Wilson, su guardaespaldas, y Waldemar Matuszewski, el masajista, declararon que era blanco con cabello de un largo medio. Se acordó después que era un negro de tez clara y estatura y cuerpo medios.

Francis afirmó que se convenció de que todo fue un sabotaje cuando el doctor Arnold Becket, un británico miembro de la comisión médica del COI, le explicó que era posible que el estanozolol se descompusiera rápidamente dentro del cuerpo y afectara ese mismo día el resultado. Pero otros médicos, como el doctor Don Catlin, jefe del laboratorio de la universidad de UCLA, dicen que, "rnientras es posible, es improbable". También señaló Francis que el doctor Arne Ljungqvist, encargado del control, infringió los reglamentos al abandonar la sala donde estaba Johrison y tomarle fotografías.

Francis dijo que se reunió con los directivos del comité canadiense y Dick Pound, vicepresidente del COI, para formalizar el recurso, pero que sus argumentos no fueron suficientes. Según él, Johnson era el más sereno: "Su madre se echó a llorar. Él la abrazó y le dijo: 'Oyeme, nadie ha muerto: no te preocupes que

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