El fiscal pide un año de prisión para un soldado que llamó "cabrón" a un capitán

Carlos Heras Quiroga, de 22 años, fue juzgado ayer en el Juzgado Territorial número 1 de Madrid acusado del presunto delito de insulto a supenor, por el que el fiscal militar pide un año de prisión. Heras Quiroga acabó el servicio militar hace dos años y ocho meses, y fue procesado por llamar "cabrón" a su capitán, que le impuso dos arrestos sólo dos días antes de que el joven hubiera de abandonar el Ejército.

Heras Quiroga admitió durante la vista que había llamado "cabrón" a su capitán el 18 de junio de 1986, porque estaba convencido de que ese oficial tenia una clara animadversión co...

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Carlos Heras Quiroga, de 22 años, fue juzgado ayer en el Juzgado Territorial número 1 de Madrid acusado del presunto delito de insulto a supenor, por el que el fiscal militar pide un año de prisión. Heras Quiroga acabó el servicio militar hace dos años y ocho meses, y fue procesado por llamar "cabrón" a su capitán, que le impuso dos arrestos sólo dos días antes de que el joven hubiera de abandonar el Ejército.

Heras Quiroga admitió durante la vista que había llamado "cabrón" a su capitán el 18 de junio de 1986, porque estaba convencido de que ese oficial tenia una clara animadversión contra él. El joven dijo que el capitán, Javier Fernández Reció, le advirtió "varias veces" que estaba dispuesto a iniciar acciones para encarcelarlo. "Me perseguía continuamente. Me quitó el pase de pernocta... Iba por mí", explicó el ex soldado.El joven procesado recordó que su vida en el cuartel, en el Regimiento de Automovilismo de Reserva de Madrid, transcurrió con normalidad hasta que el capitán Fernández Recio fue adscrito a su compañía. En su declaración, el capitán insistió en que no tenía animadversión alguna contra el soldado pero reconoció que en varias ocasiones intentó hacerle reflexionar "a ver si cambiaba" y que, en un momento determinado, le dijo que si fuera por él ya hubiera sido recluido en un centro especial de arrestos.Heras Quiroga recordó que sufrió varios arrestos tras la llegada del capitán a la compañía -por fumar un porro o reñir con algún compañero-, hecho que ratificó el sargento José Luis Aguado Álvarez, quien también aseguró que no existía animadversión contra el soldado pero que los mandos militares intentaban "que se corrigiera".Carlos Iglesias, abogado del joven, pidió su absolución y destacó que Heras Quiroga había sido detenido irregularmente en filas, pues sus compañeros fueron licenciados el 14 de mayo de 1986, mientras Heras Quiroga permanecía en su cuartel a finales de junio de ese año. Recordó que el soldado ingresó como voluntario en el Ejército el 29 de enero de 1985, por lo que le hubiera correspondido licenciarse antes del 30 de junio de 1986. Sin embargo, le fue impuesto un último arresto precisamente el 30 de junio de 1986, cuando ya no estaba en activo y por una falta cometida varias semanas antes.

Sanciones nulas

También señaló el letrado que ninguna de las sanciones que le fueron impuestas se tramitaron de acuerdo con la legislación vigente, por lo que deben ser consideradas nulas. Recordó que el soldado fue conducido a prisión, donde estuvo 15 días en julio de 1986, sin que en su declaración previa estuviera asistido por letrado alguno y sin que nadie informara al procesado de su derecho a una defensa legal.Para Carlos Iglesias, el servicio militar de Heras Quiroga transcurrió con normalidad "hasta que tuvo la desgracia de que el capitán Fernández Recio fuera destinado a su unidad y la tomara con él". "No tuvo especial suerte", precisó el letrado, quien comentó que estos hechos se producen cuando los movimientos pacifistas, antimilitaristas, de objetores o de insumisos crecen en España día tras día.

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