Entrevista:

Mediofondista y ahora maratoniano

J. M. El nuevo presidente es un hombre que procede del deporte y que sigue practicando ahora, incluso con mayor dedicación que cuando llegó a ser atleta internacional en medio fondo. Su buena preparación le permite correr una maratón en cualquier momento y ya lleva 24, entre ellas, las de Nueva York, Londres, San Sebastián, Barcelona y Madrid. Su mejor marca en los 42,195 kilómetros es de 2.34 horas, pero no le importa hacer una hora más si es por acompañar a unos amigos.

Pregunta. Usted es un profesor de universidad poco acostumbrado a la pompa de los despachos, de las secretari...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

J. M. El nuevo presidente es un hombre que procede del deporte y que sigue practicando ahora, incluso con mayor dedicación que cuando llegó a ser atleta internacional en medio fondo. Su buena preparación le permite correr una maratón en cualquier momento y ya lleva 24, entre ellas, las de Nueva York, Londres, San Sebastián, Barcelona y Madrid. Su mejor marca en los 42,195 kilómetros es de 2.34 horas, pero no le importa hacer una hora más si es por acompañar a unos amigos.

Pregunta. Usted es un profesor de universidad poco acostumbrado a la pompa de los despachos, de las secretarias, de las mesas con múltiples teléfonos. ¿Cómo se ha adaptado a este cambio?

Respuesta. En la universidad, evidentemente, esta abundancia de medios no la disfruto. Tengo un despachito con un teléfono, unos colaboradores y una secretaria para todo el departamento. Pero la única diferencia que veo es que en la federación hay que tomar decisiones sobre la marcha a cada minuto. La federación está funcionando al ralentí por las elecciones, estoy cambiando cosas y desde el lunes estoy axfisiado. Lo más que noto es la responsabilidad que implica la administración de mucho dinero público. Ese es el mayor cambio, liderar y coordinar un equipo que gaste bien este dinero para que el atletismo español mejore.

Más información

P. ¿Seguirá fiel a su personalidad de vestir informalmente y de trato campechano?

R. Sí, y voy a procurar que no cambie. Además, seguiré corriendo porque me sienta muy bien, me relaja. A mí me gusta vestir cómodo y creo que una persona limpia y aseada no tiene por qué llevar corbata y chaqueta para trabajar. Si me tengo que poner un traje, que me compré en Seúl por cierto, me la pondré sin ningún problema. En cuanto a la campechanía, estoy acostumbrado a tratar a la gente de una manera normal y no voy a cambiar.

Archivado En