La 'cumbre' del GATT sigue sin solucionar los problemas de fondo

La firma de un acuerdo por el cual los productos tropicales recibirán un menor castigo arancelario por parte de los países desarrollados, ha soldado un acuerdo de hecho entre la Comunidad Europea y naciones en desarrollo. Estados Unidos por su parte condicionó su aceptación del acuerdo a una eliminación total, a largo plazo, de los subsidios agrícolas, manteniendo su posición de principios anunciada el domingo en Montreal, en la reunión de medio período de la Ronda de Uruguay, que cumplió ayer su segundo día de debates.La reticencia estadounidense al trato más favorable para los product...

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La firma de un acuerdo por el cual los productos tropicales recibirán un menor castigo arancelario por parte de los países desarrollados, ha soldado un acuerdo de hecho entre la Comunidad Europea y naciones en desarrollo. Estados Unidos por su parte condicionó su aceptación del acuerdo a una eliminación total, a largo plazo, de los subsidios agrícolas, manteniendo su posición de principios anunciada el domingo en Montreal, en la reunión de medio período de la Ronda de Uruguay, que cumplió ayer su segundo día de debates.La reticencia estadounidense al trato más favorable para los productos tropicales supone que las naciones en desarrollo no disfrutarán del inmenso mercado y sus divisas, limitando por lo tanto el alcance real del acuerdo.

Para la CE la oferta de reducción arancelaria a esos productos supuso un intento de aislar a los Estados Unidos en sus exigencias de desmantelamiento de subsidios agrarios. Pero este tema, que sigue siendo la clave de la reunión, está estancado.

La Comunidad Europea, que busca la congelación de los subsidios en los niveles de 1984, ha logrado aparentemente atraerse hacia sus posiciones a países como Japón y el llamado grupo Cairns, formado por países medianos exportadores de productos agrícolas.

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