Mónica Maurer

La 'intifada' palestina, vista por una realizadora de cine alemana

Mónica Maurer nació en Múnich en 1942. Su pasaporte es de la República Federal de Alemania, pero hace años que esta realizadora de cine documental se siente palestina. Ha vivido en los campamentos de refugiados de los territorios ocupados por Israel, ha aprendido árabe y guarda en su armario para las grandes ocasiones el tradicional vestido de las mujeres palestinas. Desde hace muchos años, sus películas giran en torno a la lucha del pueblo guerrillero. Por la última, Palestina en llamas, recibió el sábado en Bilbao el Mikeldi de plata del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometra...

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Mónica Maurer nació en Múnich en 1942. Su pasaporte es de la República Federal de Alemania, pero hace años que esta realizadora de cine documental se siente palestina. Ha vivido en los campamentos de refugiados de los territorios ocupados por Israel, ha aprendido árabe y guarda en su armario para las grandes ocasiones el tradicional vestido de las mujeres palestinas. Desde hace muchos años, sus películas giran en torno a la lucha del pueblo guerrillero. Por la última, Palestina en llamas, recibió el sábado en Bilbao el Mikeldi de plata del Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje.

Los ocho idiomas que habla Mónica Maurer -alemán, italiano, francés, inglés, español, árabe, holandés, y algo de turco, que aprendió de los emigrantes que viven en Múnich- no han sido suficiente instrumento para apoyar la causa palestina. Por esta razón decidió que también su profesión, la realización de cine documental, debía ponerse al servicio de sus convicciones políticas. "El documental debe ser un reflejo en imagen y sonido de los grandes temas de la humanidad. Es una traducción al lenguaje del cine de las raíces políticas y sociales de una determinada situación".Maurer considera que para transmitir un mensaje las películas de contenido político deben ser realizadas con un elevado nivel artístico. "Necesitan una estructura dramática fuerte y una elección rigurosa de todos los detalles del filme", explica. "Intento crear una atmósfera densa, una síntesis entre las idas que se dirigen a la razón y las que llegan al corazón".

Durante años, Mónica Maurer trabajó como periodista realizando reportajes para la televisión alemana. Frente a la objetividad de la información, Maurer reivindica el derecho a la subjetividad en sus películas. "Los reportajes y el cine documental tienen papeles distintos. El documentalista debe tomar parte en lo que muestra".

Maurer intenta que la coherencia presida su tarea, y por esta razón se instaló en Líbano en 1978. "No quería ser una periodista que acaba su trabajo y se va. Me integré como ser humano y en los campos de refugiados encontré una familia. Desde entonces formo parte de ese pueblo".

El pasado mes de enero, Mónica Maurer inició el rodaje de su último documental, Palestina en llamas. Con esta película ha intentado explicar el significado histórico y político de la intifada a los jóvenes que forman parte de la misma generación que se ha revelado en los territorios ocupados por Israel. "Mi objetivo ha sido mostrar que la intifada no es una insurrección espontánea, sino el resultado de 30 años de resistencia".

En 1982, Mónica Maurer vivía en Beirut. Los bombardeos que sufrió la ciudad durante el asedio israelí son la experiencia más trágica de su vida. "No fue mi primer contacto con la guerra, pero sí la más dolorosa. Durante horas teníamos decenas de aviones sobre nuestras cabezas arrojando bombas y sembrando la destrucción", recuerda. Sin agotar su entusiasmo, Maurer regresa al pasado inmediato y exhibe con orgullo la tarjeta de acreditación que le permitió asistir al Consejo Nacional Palestino que proclamó la independencia. Sus planes no apuntan a un cambio en la temática de sus películas: "Seguiré hasta la victoria", asegura.

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