Los americanos en Madrid no tienen adecuadas medidas de seguridad

Los especialistas americanos -civiles y militares- que han elaborado el estudio previo para programar la salida de Torrejón -el plan definitivo se hará en enero de 1989- estiman que los estadounidenses destinados en la base madrileña no cuentan con unas óptimas medidas de seguridad, sobre todo porque muchos de ellos viven a unos 35 kilómetros de la base (en la urbanización Encinar de los Reyes, junto al kilómetro 13 de la carretera de Burgos), por lo que en sus desplazamientos se ven expuestos a los peligros de hipotéticos ataques terroristas o de posibles accidentes de tráfico.Para los autore...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los especialistas americanos -civiles y militares- que han elaborado el estudio previo para programar la salida de Torrejón -el plan definitivo se hará en enero de 1989- estiman que los estadounidenses destinados en la base madrileña no cuentan con unas óptimas medidas de seguridad, sobre todo porque muchos de ellos viven a unos 35 kilómetros de la base (en la urbanización Encinar de los Reyes, junto al kilómetro 13 de la carretera de Burgos), por lo que en sus desplazamientos se ven expuestos a los peligros de hipotéticos ataques terroristas o de posibles accidentes de tráfico.Para los autores del informe, la situación perfecta consiste en que las casas de los americanos destinados en bases se encuentren dentro de las propias bases y así debe hacerse, según ellos, en Crotone (Italia), a la que serán trasladados la mayoría de los americanos que hoy están en Torrejón.

También por motivos de seguridad, se aconseja que las oficinas de personal civil y contratación se instalen en algún edificio próximo a la entrada principal de la base italiana, con lo que se evitará que sean muchas las personas que accedan a las zonas interiores del centro.

Plantas de agua y basura

Pero, junto a aspectos importantes como la protección, los técnicos estadounidenses también están teniendo en cuenta detalles minuciosos ante el previsto traslado de Torrejón a Crotone. Recuerdan, por ejemplo, que la base madrileña es prácticamente autosuficiente, ya que cuenta con su propia planta generadora de electricidad, otra para la depuración del agua, una tercera para el tratamiento de basuras y una cuarta para calentar el agua de uso doméstico.En Crotone, el esquema será similar, pero los expertos adelantan que allí la corriente eléctrica será de 220 voltios -en Torrejón es de 110- y que el tratamiento de las basuras puede ser realizado por unos servicios municipales, lo que puede resultar más barato.

Otros servicios existentes en Torrejón y que tendrán que ser instalados en Crotone son, entre otros, una cafetería -además de otra para servir alimentos a las tripulaciones en vuelo-, lavandería, taller de coches, cine-teatro, tienda de ropas militares, comedor, bolera, escuela, guardería, librería, videoclub, centro juvenil, banco y un complejo deportivo (para fútbol y beísbol, además de otras actividades).

La mayor parte de los gastos derivados del traslado -incluidos los de instalación del personal civil y militar- será sufragado por la OTAN. Una vez establecida en Crotone, las misiones militares del Ala 401 -integrada por los aviones F-16- serán las mismas que tiene hoy en Torrejón.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Esas misiones consisten, básicamente, en mantener la capacidad operativa de las Fuerzas Aéreas de EE UU en Europa en la zona sur del continente. Los aviones tienen capacidad para portar armas nucleares.

Sobre la firma

Archivado En