NEGOCIACIÓN Y LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Rechazo frontal de los partidos democráticos a la negociación política propuesta por la banda armada

Los partidos firmantes de los pactos antiterroristas rechazaron ayer, en términos contundentes, la nueva oferta de negociación política lanzada por ETA al "Estado opresor español". El arco parlamentario se muestra firme en esa postura, así como en la necesidad de limitar todo contacto al cese de la violencia y a las posibilidades de reinserción. A esa identidad -de criterios se ha sumado Eusko Alkartasuna, uno de los partidos que no suscribieron el pacto firmado en Madrid en el Congreso de los Diputados, aunque sí rubricó el de Vitoria. Sólo el PCE acompaña su negativa a la oferta etarra con u...

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Los partidos firmantes de los pactos antiterroristas rechazaron ayer, en términos contundentes, la nueva oferta de negociación política lanzada por ETA al "Estado opresor español". El arco parlamentario se muestra firme en esa postura, así como en la necesidad de limitar todo contacto al cese de la violencia y a las posibilidades de reinserción. A esa identidad -de criterios se ha sumado Eusko Alkartasuna, uno de los partidos que no suscribieron el pacto firmado en Madrid en el Congreso de los Diputados, aunque sí rubricó el de Vitoria. Sólo el PCE acompaña su negativa a la oferta etarra con una crítica a la incapacidad del Gobierno para "gestionar adecuadamente" los acuerdos de Madrid y de Vitoria.

Algunos de los firmantes del pacto antiterrorista establecieron ayer contactos discretos, para estudiar una "valoración colectiva" del comunicado etarra. Tanto el ministro del Interior, José Luis Corcuera, como dirigentes socialistas sostuvieron que no era conveniente precipitarse en la convocatoria de una reunión general o de una ronda de entrevistas por un comunicado etarra, que todos coinciden en que no contiene novedades.Sin mayores dificultades, los partidos políticos aceptaron el planteamiento de realizar valoraciones individuales, todas coincidentes -salvo matices-, en una clara demostración de que la maniobra etarra no ha hecho mella en el arco político de la democracia. Se mantiene abierta la posibilidad de contactos personales entre dirigentes de los partidos firmantes de los pactos, que probablemente se efectuarán en fechas, cercanas.

Lo sucedido con la anterior oferta de negociación de los etarras, el 29 de enero pasado, ha conducido ahora a la cautela frente al nuevo comunicado. Tras aquella oferta de tregua, ETA tardó menos de un mes en secuestrar al industrial Emiliano Revilla, a quien mantuvo 249 días en su poder. Todos los partidos estiman ahora que hubo demasiada precipitación al valorar positivamente aquella primera oferta de ETA y que se generaron expectativas desmesuradas.

"Mafiosos y asesinos"

Tanto Alianza Popular, como la Democracia Cristiana y el Partido Liberal, se pronunciaron ayer inequívocamente por la imposibilidad de aceptar el envite político planteado por los etarras. Ana Miranda, miembro de la dirección del PSOE, emitió el comunicado más escueto de todos: "No entramos en el análisis de lo que diga una pandilla de maflosos y asesinos".El Centró Democrático y Social (CDS), tras una reunión de dirigentes, presidida por Adolfo Suárez, rechazó "las pretensiones de ETA de negociar políticamente con el Gobierno en nombre del pueblo vasco". En total identidad con el Ejecutivo, en este punto, el CDS recuerda que los pactos antiterroristas sólo contemplan la posibilidad de dialogar con ETA sobre el fin de la violencia y siempre que se den las condiciones adecuadas, "lo que no parece acontecer en estos momentos en que se siguen cometiendo asesinatos. El PCE, por su parte, se niega a reconocer "al complejo ETA-HB como movimiento de liberación nacional vasco, con capacidad de discusión y negociación en igualdad de condiciones con el Estado español", y niega toda posibilidad de tregua bilateral. Al mismo tiempo, considera al Ejecutivo "incapaz de gestionar adecuadamente" los acuerdos de Madrid y Vitoria, lo cual se interpreta como una continuidad de las reservas expresadas en su día por Julio Anguita respecto a la política gubernamental en materia de seguridad y policía.

Los partidos políticos vascos coincidieron también en considerar "poco o nada novedoso" el comunicado de ETA Militar y exigieron a la organización terrorista que acredite su voluntad de paz abandonando las armas. Todas ellos destacaron, con más o menos intensidad, que los partidos políticos vascos son los únicos legitimados para negociar.

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El presidente del Parlamento vasco, el socialista Jesús María Eguiguren, afirmó que el comunicado "ya no engaña a nadie en Euskadi", y dijo que no conviene prestar eco "a este tipo de maniobra propagandística". Joseba Arregui, portavoz del Gobierno vasco -informa José Luis Barbería-, se limitó a comentar que le gustaría que los comunicados de ETA empezaran diciendo que van a dejar de matar.

Injerencia

Iñaki Anasagasti, portavoz del upo parlamentario del PNV, explicó que su partido no piensa intervenir. "Nosotros apoyamos todo lo que sea abrir vías de diálogo para salir de una situación de bloqueo, pero no queremos intervenir en algo que la organización terrorista puede -atribuir a un deseo de injerencia en una petición de negociación o de diálogo entre ETA y el Gobierno".Joseba Azkárraga, diputado de Eusko Alkartasuna, resaltó que el documento de ETA es preocupante, "porque de nuevo intenta forzar la aceptación de tesis de luienes no representan a nadie. nicamente cabe la negociación con quienes representamos a este pueblo, que somos los partidos políticos".

Juan María Bandrés, diputado de Euskadiko Ezkerra, fue más lejos: "Hay que desterrar la palabra negociación, porque tiene un profundo sentido político. Yo no enviaría un político a hablar con ETA".

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