Francia apoya el 'tren veloz' París-Barcelona-Madrid

El Gobierno francés considera que la penetración de la vía de ancho europeo en España es crucial para el desarrollo de la nueva red de ferrocarriles de gran velocidad, que la Comunidad Europea ha decidido impulsar como el principal reto comunicacional de las próximas décadas. Francia ha decidido "apoyar plenamente la prolongación de la línea de gran velocidad París-Valence hasta Perpiñán y la frontera española, con el objetivo de conectar posteriormente con Barcelona y Madrid -este trayecto se haría en dos horas-, según manifestó ayer Michel Walrave, director general de la sociedad nacional de...

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El Gobierno francés considera que la penetración de la vía de ancho europeo en España es crucial para el desarrollo de la nueva red de ferrocarriles de gran velocidad, que la Comunidad Europea ha decidido impulsar como el principal reto comunicacional de las próximas décadas. Francia ha decidido "apoyar plenamente la prolongación de la línea de gran velocidad París-Valence hasta Perpiñán y la frontera española, con el objetivo de conectar posteriormente con Barcelona y Madrid -este trayecto se haría en dos horas-, según manifestó ayer Michel Walrave, director general de la sociedad nacional de ferrocarriles franceses. Esta declaración se produce en vísperas de la reunión hispano-francesa que se celebra hoy en León.

Michel WaIrave expresó ayer en Barcelona, durante el segundo Simposio Europeo de la Construcción, "el pleno apoyo del Gobierno" francés al TGV (Tren de Gran Velocidad) del Mediterráneo, con la apertura de una nueva línea hasta Marsella y desde allí, su prolongación hacia Niza, por un lado, y hacia Perpiñán por el otro, para conectar con Barcelona". La compañía ferroviaria francesa espera poder llegar a Valence, en 1993 y a Marsella dos años después. La conexión del TGV con Barcelona depende de que el Ministerio de Transportes decida llevar a cabo una nueva línea de ancho europeo entre la capital catalana y la frontera francesa, cuyo coste ha sido evaluado por la Generalitat de Cataluña en 60.000 millones de pesetas de 1988, informa .El presidente Pujol ha desplegado una intensa actividad en Europa a favor de que los trenes de alta velocidad puedan penetrar en España, para lo cual es necesario construir una nueva red viaria de ancho internacional, que es diferente del de las vías españolas. El estudio ha sido objeto de análisis en una comisión mixta Transportes-Renfe-Generalitat, cuya última sesión se celebró hace quince días. Despejadas las dudas técnicas del proyecto de la Generalitat, los representantes de la administración estatal deben presentar al ministro un dictamen técnico sobre la viabilidad del proyecto.

Albert Vilalta, director general de los Ferrocarriles de la Generalitat y principal responsable del proyecto de TGV, manifestó ayer que la declaración de WaIrave constituye una novedad política, por cuanto el gobierno español había expresado sus dudas sobre el interés francés de prolongar la línea hasta Port Bou, como motivo para rechazar el proyecto de la Generalitat.

La trascendencia de la declaración de WaIrave no se limita al proyecto de TGV París-Barcelona, sino que implica también una toma de posición respecto a la política ferroviaria de] Gobierno español, que está desarrollando la introducción de trenes de alta velocidad en España, pero sin modificar el ancho de la vía.

Tren de alta velocidad

El día 21 de octubre se fallará el concurso para la adjudicación del nuevo tren de alta velocidad entre Madrid y Sevilla, cuya línea está prevista con ancho español. Francia tiene intereses en esta línea, puesto que una de las sociedades que opta a la adjudicación de 75 locomotoras y 25 trenes es la sociedad francesa Alsthom, en competencia con un grupo alemán que encabeza Siemens y la sociedad japonesa Mitsubishi.

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Representantes de varios países europeos expresaban en privado su sorpresa por la decisión de introducir en España trenes de gran velocidad que pronto quedarán desfasados respecto a los europeos y sin haberse planteado previamente la necesidad de adecuar el ancho de la vía a la medida internacional, máxime cuando el proyecto contempla el tendido de una línea completamente nueva entre Madrid y Sevilla.

"La penetración del TGV a través de una línea de ancho Europeo en España permitiría la conexión entre París y Barcelona en menos de cinco horas (actualmente 10) y abriría la posibilidad de ampliarla posteriormente hasta Madrid.

El TGV francés dispone actualmente de 2.500 kilómetros de vía. El conjunto de los proyectos europeos prevén aumentar la actual red en 8.000 nuevos kilómetros de vía. Entre los proyectos ya aprobados figura la conexión París-Londres en 3 horas, con el compromiso de estudiar un recorrido alternativo que comunicaría ambas ciudades en 2 horas y ocho minutos. Los trenes circulan en estos momentos a una velocidad media de 300 kilómetros por hora, pero el objetivo es alcanzar 350-400 los de pasajeros, y 160200 los de mercancías.

Por otro lado, la cumbre ministerial hispano-francesa que se incia hoy en León y a la que asistirán una decena de ministros de cada país abre "perspectivas de avance en la reflexión conjunta", aunque con ausencia de resultados concretos, según manifestaron ayer funcionarios españoles. La presencia, por primera vez desde que este tipo de encuentros se iniciaron hace cuatro años, dé ambos ministros de Interior significa la noticia más novedosa de una reunión que se prolongará hasta mañana al mediodía y tendrá como principal fin la discusión de temas comunitarios, informa Fernando Jáuregui.

Por parte francesa asistirán los titulares de Exteriores, Interior, Defensa, Industria y Comercio, y de los ministros delegados de Turismo y del Mar. Por parte española acudirán los ministros de Exteriores, Interior, Defensa, Industria y Energía, Agricultura, Transportes y Trabajo; así como el secretario de Estado para la Seguridad, de las Comunidades Europeas y los secretarios generales de Empleo y Turismo.

Los medios diplomáticos españoles consultados insistieron en la buena sintonía hispano-francesa ante la próxima asunción por los dos países de la presidencia de la CE (España en el primer semestre del año próximo, Francia en el segundo). Algunas diferencias bilaterales, de orden fundamentalmente comercial o en torno al futuro avión europeo, no empañan, siempre según estos medios, el buen clima con el que se inicia el encuentro de León, preparatorio de la cumbre entre Felipe González y François Mitterrand, que tendrá lugar en París a finales de noviembre.

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