Crítica:CINE EN T. V. E.

Podar puede ser un arte

Larga, densa, compleja, La ciudad y los perros, la novela de Mario Vargas Llosa, no podía ser llevada a la pantalla -so pena de quedar convertida en una interminable anaconda de cuatro o cinco horas de duración- sino abreviando, podando múltiples vertientes de la obra impresa. Que el trabajo final siga conservando no ya sólo el espíritu ferozmente antimilitar de la novela sino también sus directrices argumentales básicas, es mérito de José Watanabe, el guionista, consciente de las necesidades de la imagen y de su naturaleza, otra naturaleza que la literaria.La realización evidencia las ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Larga, densa, compleja, La ciudad y los perros, la novela de Mario Vargas Llosa, no podía ser llevada a la pantalla -so pena de quedar convertida en una interminable anaconda de cuatro o cinco horas de duración- sino abreviando, podando múltiples vertientes de la obra impresa. Que el trabajo final siga conservando no ya sólo el espíritu ferozmente antimilitar de la novela sino también sus directrices argumentales básicas, es mérito de José Watanabe, el guionista, consciente de las necesidades de la imagen y de su naturaleza, otra naturaleza que la literaria.La realización evidencia las insuficiencias propias de una cinematografía como la peruana, pero la narración es transparente y efectiva, sin imágenes recargadas de símbolos innecesarios y con actores, muy bien elegidos.

La ciudad y los perros se emite a las 20.30 por TVE-2.

Archivado En