Se abren en marcha las puertas de algunos vagones de 'metro' de la línea 5

Las puertas de algunos de los vagones más antiguos de la línea 5 del metro se abren en plena marcha sin control del conductor hace al menos dos meses, según reconoció ayer el subdirector de Explotación de la compañía, Federico de la Lastra. El último incidente se produjo el martes a las 12.30, al tiempo que el jefe de la división de movimiento, Aurelio Rojo, se reuniera con los empleados para asegurarles que el problema estaba resuelto. La compañía aclaró ayer que esta última apertura irregular sucedió "a tren parado".

Todas las anomalías, que hasta el momento no han causado daños p...

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Las puertas de algunos de los vagones más antiguos de la línea 5 del metro se abren en plena marcha sin control del conductor hace al menos dos meses, según reconoció ayer el subdirector de Explotación de la compañía, Federico de la Lastra. El último incidente se produjo el martes a las 12.30, al tiempo que el jefe de la división de movimiento, Aurelio Rojo, se reuniera con los empleados para asegurarles que el problema estaba resuelto. La compañía aclaró ayer que esta última apertura irregular sucedió "a tren parado".

Todas las anomalías, que hasta el momento no han causado daños personales, se han producido en trenes del modelo 1000, fabricados en España en la década de los 60. Las 27 unidades en actividad y tres en reserva sólo prestan servicio en la línea 5, entre Canillejas y Aluche. Los 70 conductores de la línea afectada han difundido un comunicado a los usuarios en el que les recomiendan que formulen reclamaciones y denuncias judiciales contra la compañía por el riesgo potencial de graves accidentes.

"Las aperturas intempestivas de las puertas", como denominó los incidentes el subdirector de Explotación de la compañía, se vienen produciendo desde antes del verano. "Como no pudimos averiguar la causa", afirma, "se cambiaron los mecanismos de modo que se impidiesen las aperturas sin control, independientemente de la causa".

La semana pasada se repitieron las incidencias, lo que provocó que todas las unidades pasaran por talleres para una revisión general. Según la compañía, las deficiencias eran de distinta naturaleza que las de antes del verano y estaban localizadas en los cables del sistema de Protección Automática del Tren, cuya función es impedir que los trenes se salten semáforos en rojo o adquieran velocidades excesivas.

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