Jaruzelski se niega a negociar bajo la presión de las huelgas

El portavoz del Gobierno polaco, Jerzy Urban, recalcó ayer que las autoridades no negociarán "bajo la amenaza de la pistola de las huelgas", al rechazar la oferta de diálogo formulada por el líder del ilegal sindicato Solidaridad, Lech Walesa. Al mismo tiempo, continúa extendiéndose la ola de paros laborales iniciada la semana pasada para pedir la legalización de Solidaridad. Urban anunció una sesión extraordinaria, el próximo día 31, de la comisión económica del Parlamento para revisar el estado de la economía.El rechazo a negociar la actual situación conflictiva con los dirigentes de Solidar...

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El portavoz del Gobierno polaco, Jerzy Urban, recalcó ayer que las autoridades no negociarán "bajo la amenaza de la pistola de las huelgas", al rechazar la oferta de diálogo formulada por el líder del ilegal sindicato Solidaridad, Lech Walesa. Al mismo tiempo, continúa extendiéndose la ola de paros laborales iniciada la semana pasada para pedir la legalización de Solidaridad. Urban anunció una sesión extraordinaria, el próximo día 31, de la comisión económica del Parlamento para revisar el estado de la economía.El rechazo a negociar la actual situación conflictiva con los dirigentes de Solidaridad coincidió ayer con una ampliación de las protestas en numerosas factorías de todo el país, pese a las amenazas del Gobierno y a la adopción de medidas de excepción, incluidos juicios sumarios contra algunos dirigentes del movimiento de protesta.

Todo parece indicar, sin embargo, que el Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP) -cuyo Buró Político se reunió ayer bajo la presidencia del jefe de Estado, Wojciech Jaruzclski- intentará frenar las protestas con medidas de fuerza y algunos cambios personales en el Gobierno, informa desde Varsovia el enviado especial Hermann Tertsch.

El lunes, el ministro del Interior, general Czeslaw Klszczak, declaró el estado de excepción en tres provincias -Gdansk, Katovice y Szseein-, donde las huclgas han sido más activas y donde las autoridades podrán imponer el toque de queda a su arbitrio.

Lech Walesa, en un nuevo mensaje al poder, rechazó las medidas de fuerza y dijo: "Nosotros [los sindicalistas] estamos dispuestos a negociar, pero no cederemos ante ninguna intimidación".

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