DOMINIO ESPAÑOL EN LA RONDA FRANCESA

Teorías

Si Pedro Delgado no llega como líder a París quedará, ya desechad a- la teoría de que todo aquél corredor que alcanza el maillot amarillo en Alpe d'Huez lo conserva hasta los Campos Elíseos. Así sucedió con Fignon, también con Lemond, al igual que con Hinault. Pero no con Delgado el pasado año, por lo que si falla por dos veces podrá sostenerse, rotundamente, que esa teoría no sirve. El ciclismo, deporte con un amplísimo sentido de la epopeya, no necesita de cifras o números, sino de citas célebres, de lugares comunes, de condiciones inhóspitas y de pequeñas leyendas disfrazadas de teorías. Un...

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Si Pedro Delgado no llega como líder a París quedará, ya desechad a- la teoría de que todo aquél corredor que alcanza el maillot amarillo en Alpe d'Huez lo conserva hasta los Campos Elíseos. Así sucedió con Fignon, también con Lemond, al igual que con Hinault. Pero no con Delgado el pasado año, por lo que si falla por dos veces podrá sostenerse, rotundamente, que esa teoría no sirve. El ciclismo, deporte con un amplísimo sentido de la epopeya, no necesita de cifras o números, sino de citas célebres, de lugares comunes, de condiciones inhóspitas y de pequeñas leyendas disfrazadas de teorías. Una era ésta, si bien es cierto que de reciente cuño, como corresponde a una montaña con 21 curvas señalizadas, ancha y perfectamente asfaltada, que es el Alpe D'Huez, el más joven pico que se incluye entre los que ya forman parte de la mitología del Tour, como el Tourmalet, Aspen, Puy de Dome, Mont Ventoux o Galibier.Para Delgado, desde la teoría de la estrategia, la situación no admite comparaciones con sus experiencias anteriores en el Tour, por distintos motivos: el trazado que resta y, sobre todo, las características de los rivales que permanecen con aspiraciones, que son Parra y Herrera como más inmediatas amenazas. En ese sentido, Delgado se encuentra ante un curioso matiz: ya no tiene porqué plantearse la montaña en un sentido plenamente ofensivo, como la única oportunidad de victoria; no ante Herrera y Parra. Y, ahora, debe contar a su favor con una contrarreloj llana si para entonces los colombianos siguen siendo sus rivales. Si ello sigue siendo así se cumpliría otra teoría del Tour cual es que el triunfo absoluto siempre se consolida ante el cronómetro. Es otra teoría.

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Por tanto, Delgado, se encuentra en disposición de defender su liderato sin necesidad imperiosa de atacar. Y conociendo sus características, esto es lo mejor que le podría pasar. Porque Delgado, por su forma de actuar en carrera, por su mentalidad, es mucho mejor corredor defensivo que ofensivo. Delgado es más peligroso a la contra que descaradamente al ataque.

Por tanto, el Alpe D'Huez está siendo puesto a prueba, pero también Delgado. Y por supuesto, algunas teorías. Porque estamos ante un año par, el año negro de Delgado, según su tradición particular en el Tour. Claro está que el año pasado sucedía todo lo contrario: era año impar, Delgado llevaba el dorsal 5 1, -el que más vencedores del Tour ha dado-, y hacía 14 años que Ocaña se convirtió en el segundo español ganador, como otros 14 antes fuera Bahamontes el primero. Así que con Delgado no encajan todas las teorías. Pero, en 1988 está en juego que triunfe alguna: o la de Alpe D'Huez o la del año par.

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