Fuerte oposición regional al cierre de la vía férrea León-Bilbao

La coordinadora que defiende el mantenimiento de la línea férrea León-Bilbao, y que agrupa instituciones públicas y colectivos privados, incrementará las acciones de protesta contra el cierre parcial o total de la vía, según acordaron sus miembros en una reunión mantenida el pasado domingo en la localidad palentina de Cervera de Pisuerga, a 100 kilómetros al norte de la capital.

Alcaldes y concejales de 20 poblaciones de León, Palencia, Burgos y Cantabria que recorre la línea y representantes de partidos políticos y centrales sindicales mostraron en la reunión su rotunda oposición al ci...

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La coordinadora que defiende el mantenimiento de la línea férrea León-Bilbao, y que agrupa instituciones públicas y colectivos privados, incrementará las acciones de protesta contra el cierre parcial o total de la vía, según acordaron sus miembros en una reunión mantenida el pasado domingo en la localidad palentina de Cervera de Pisuerga, a 100 kilómetros al norte de la capital.

Alcaldes y concejales de 20 poblaciones de León, Palencia, Burgos y Cantabria que recorre la línea y representantes de partidos políticos y centrales sindicales mostraron en la reunión su rotunda oposición al cierre de la línea por la empresa Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE), quien considera muy deficitario el mantenimiento de sus servicios.La coordinadora cree que el cierre de la vía privaría a varias zonas del país de una de las pocas líneas de ferrocarril que une la cornisa cantábrica. Asimismo, la miembros de la coordinadora afirman que la supresión de la vía perjudicaría la economía de las zonas que atraviesa el ferrocarril.

Los integrantes de la coordinadora solicitarán una entrevista con la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Transportes para que influyan en el sostenimiento de la línea, de la que FEVE ha suprimido en las últimas semanas el 40% de las estaciones iniciales de parada, según ha denunciado la coordinadora.

El movimiento que defiende el mantenimiento de la línea considera que, por encima de los intereses económicos inmediatos, la empresa y las administraciones públicas deben valorar la importancia de un servicio público que garantiza la comunicación entre distintas regiones.

Por otro lado, los colectivos cívicos que defienden la continuidad de la línea León-Bilbao opinan que FEVE debe invertir en esta vía férrea para mejorar su infraestructura, a la que califican de muy deficiente, en vez de intentar reducir paulatinamente su actividad hasta que decida el cierre definitivo argumentando que su utilización es mínima.

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