La acusación pide 30 años para el norteamericano que mató a una prostituta

La Asociación contra la Tortura, personada como acusación popular en el caso de David Baxter Noyes, procesado por el asesinato y la profanación del cadáver de Rufina Sanz Caviedes, pedirá 30 años de reclusión mayor para el acusado. Baxter, que trabajaba como ingeniero de la McDonnell Douglas, será juzgado el próximo viernes, día 24, en la Audiencia Provincial. El procesado será asistido por un intérprete durante la celebración de la vista oral.

El ingeniero de la multinacional norteamericana, acusado de la muerte de una prostituta en el hotel Miguel Ángel, espera la celebración del juic...

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La Asociación contra la Tortura, personada como acusación popular en el caso de David Baxter Noyes, procesado por el asesinato y la profanación del cadáver de Rufina Sanz Caviedes, pedirá 30 años de reclusión mayor para el acusado. Baxter, que trabajaba como ingeniero de la McDonnell Douglas, será juzgado el próximo viernes, día 24, en la Audiencia Provincial. El procesado será asistido por un intérprete durante la celebración de la vista oral.

El ingeniero de la multinacional norteamericana, acusado de la muerte de una prostituta en el hotel Miguel Ángel, espera la celebración del juicio recluido en la prisión de Alcalá-Meco. En la cárcel ocupa una celda individual de una galería en la que convive con otros 40 presos. Baxter, al que se considera dentro del recinto penitenciario como un marginado, se relaciona muy poco con los demás internos. "Siempre está solo, y pasa la mayor parte del tiempo leyendo", aseguraron fuentes de la prisión. El acusado, que ha pasado también por las cárceles de Carabanchel y del Psiquiátrico, no ha mantenido ningún enfrentamiento con el resto de los internos ni ha sido molestado por ningún preso. Tampoco ha conseguido mejorar lo más mínimo su pésimo castellano.Además de los 30 años de reclusión mayor por asesinato, la acusación popular solicita para el ingeniero seis meses de arresto mayor y 150.000 pesetas de multa por profanación de cadáver. Rufina, según la reconstrucción de los hechos realizada por el fiscal, falleció por asfixia. La asfixia se produjo después de que el acusado aplastara con el pie la laringe de la mujer. Posteriormente infirió al cadáver un potente corte en el abdomen, además de amputarle ambos pezones y lanzar el cuerpo por una ventana.

En la calificación realizada por el fiscal en relación con la muerte de Rufina se considera que "la ingestión de alcohol, el cansancio del viaje", el americano llevaba dos días en Madrid, "y el cambio de horario entre EE UU y España estrecharon la conciencia y dirigieron la voluntad de Baxter". El fiscal, que solicita una pena de 20 años, aprecia en la ejecución de los hechos "la atenuante de trastorno mental transitorio".

"Es insolvente"

Julián Pérez Templado y Templado, uno de los abogados privados del acusado, aseguró que la defensa califica los hechos como "homicidio, con la eximente completa de trastorno mental transitorio". El defensor considera que el punto clave de la vista oral estará en determinar si el acusado está loco o no. A juicio del defensor, elacusado padece un trastorno de tipo psicosexual permanente.En relación con la indemización de 15 millones de pesetas, que pedirán tanto el fiscal como la acusación popular en concepto de responsabilidad civil para los herededos de Rufina, la defensa del acusado considera que Baxter "es insolvente". Cuando lo detuvieron, aseguró Templado, "llevaba 30,000 pesetas, y desde entonces no ha generado ningún tipo de renta, motivo por el que no podrá hacer frente a ningún pago". El ingeniero, que llegó a Madrid el 1 de marzo de 1987 en relación con el programa FACA (futuro avión de combate), ingresó en prisión tres días después. En este tiempo ha sido visitado una vez por su familia, según su abogado.

Ninguna de las partes implicadas en el caso dispone de información sobre la posible implicación del acusado en el crimen de otra prostituta norteamericana, pese a que se ha requerido varias veces a la policía para que aclare lo sucedido. Poco después de ser detenido Baxter, el FBI, a través de la Interpol, pidió las huellas y todas las pruebas con que contaba la Brigada de Homicidios para inculpar al acusado, por si pudiera tratarse de la misma persona que descuartizó a una prostituta en su país.

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