La Guardia Civil rastreará el pantano donde un testigo sitúa el cadáver del 'Nani'

El tribunal que juzga la desaparición de Santiago Corella, el Nani, ha ordenado a la Dirección General de la Guardia Civil que un grupo de submarinistas del cuerpo rastree el pantano jiennense de Guadalén "para determinar si se encuentran en el mismo restos humanos correspondientes a un varón adulto".En dicho pantano fue arrojado el cadáver del Nani el 13 de noviembre de 1983, según testificó en el juicio Luis Miguel Rodríguez Pueyo.

La orden de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid requiere de la Guardia Civil que "con la máxima urgencia se practiq...

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El tribunal que juzga la desaparición de Santiago Corella, el Nani, ha ordenado a la Dirección General de la Guardia Civil que un grupo de submarinistas del cuerpo rastree el pantano jiennense de Guadalén "para determinar si se encuentran en el mismo restos humanos correspondientes a un varón adulto".En dicho pantano fue arrojado el cadáver del Nani el 13 de noviembre de 1983, según testificó en el juicio Luis Miguel Rodríguez Pueyo.

La orden de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid requiere de la Guardia Civil que "con la máxima urgencia se practiquen gestiones encaminadas" a saber si desde la fecha de la desaparición de Corella, debido a la realización de obras en el embalse "o por mera emergencia", se ha detectado o sacado del mismo algún cadáver. Si esas investigaciones dieran resultado negativo, el tribunal ordena que un grupo de buceadores de la Guardia Civil realice un rastreo en el pantano "para determinar si se encuentran en el mismo restos humanos correspondientes a un varón adulto".

Fuentes oficiales de la Guardia Civil afirmaron ayer que aún no tienen conocimiento oficial de la orden de la Sección Cuarta de la Audiencia.

Rodríguez Pueyo, cómplice en diversos delitos del aristócrata Jaime Messía Figueroa, declaró como testigo en la vista oral el pasado día 7 que el cadáver de Corella, fallecido según el testigo a causa de las torturas que sufrió en un interrogatorio en dependencias policiales, fue arrojado al pantano de Guadalén por el propio aristócrata y un inspector de policía.

Medios policiales y judiciales se manifestaron escépticos sobre los resultados que pueda tener la búsqueda, ya que el mencionado embalse tiene seis metros de cieno en su fondo, bajo más de 50 metros de agua en su parte más profunda.

Páginas 18 y 19

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