La Caixa emite 15.000 millones de pesetas de deuda perpetua

La Caixa ha recibido autorización del Banco de España y de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera para realizar una emisión de deuda perpetua -en la práctica, equivalente a una ampliación de capital- por valor de 34.000 millones de pesetas, de los que se ofrecerá, en un primer tramo, un total de 15.000 millones de pesetas en los primeros 20 días del mes de mayo.

La emisión de deuda perpetua aprobada a La Caixa es la máxima legal y equivale al 30% de los recursos propios de la entidad incluidos los generados con motivo de dicha émisión.La emisión, cuyos títulos serán d...

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La Caixa ha recibido autorización del Banco de España y de la Dirección General del Tesoro y Política Financiera para realizar una emisión de deuda perpetua -en la práctica, equivalente a una ampliación de capital- por valor de 34.000 millones de pesetas, de los que se ofrecerá, en un primer tramo, un total de 15.000 millones de pesetas en los primeros 20 días del mes de mayo.

La emisión de deuda perpetua aprobada a La Caixa es la máxima legal y equivale al 30% de los recursos propios de la entidad incluidos los generados con motivo de dicha émisión.La emisión, cuyos títulos serán de 100.000 pesetas, aunque es perpetua puede amortizarse "anticipadamente" a los 20 años por decisión de La Caixa y previa autorización del Banco de España. En todo caso la entidad establecerá mecanismos suficientes que garanticen la liquidez de los títulos y que exista un segundo mercado para este tipo de transacciones. La remuneración de la deuda subordinada será del 10,50%, a pagar mensualmente, durante los dos primeros años, y en los sucesivos tendrá una remuneración equivalente a restar cuatro puntos a la media de los tipos de interés preferenciales a un año de cuatro bancos y cuatro cajas de ahorro.

La emisión de deuda perpetua constituye en la práctica la única vía de obtención de recursos propios por parte de las cajas de ahorro, al margen del aumento anual de las reservas de las entidades. La ausencia de capital en estas instituciones financieras por su propia configuración legal impedía hasta ahora un crecimiento ordenado de sus fondos propios para hacer frente a los coeficientes legales exigidos.

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