Crítica:CINE EN TVE /'LA MUJER DEL AÑO'

Dos actores y un destino

La mujer del año es la primera película en que coincidieron Spencer Tracy y Katharine Hepbum y la que marca la pauta de lo que será un perfecto entendimiento artístico y sentimental. Ocho películas más les depararía el destino, en un recorrido de 25 años, en los que veríamos envejecer paulatinamente a los actores -principalmente, Tracy, que, a diferencia de los grandes galanes de la Meca, empezó a peinar canas muy pronto- y adquirir una familiaridad con el público incomparable; no todas ellas serían buenas, desde luego, y algunas, como ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La mujer del año es la primera película en que coincidieron Spencer Tracy y Katharine Hepbum y la que marca la pauta de lo que será un perfecto entendimiento artístico y sentimental. Ocho películas más les depararía el destino, en un recorrido de 25 años, en los que veríamos envejecer paulatinamente a los actores -principalmente, Tracy, que, a diferencia de los grandes galanes de la Meca, empezó a peinar canas muy pronto- y adquirir una familiaridad con el público incomparable; no todas ellas serían buenas, desde luego, y algunas, como Su otra esposa o Adivina quién viene esta noche, incluso acreditan una mediocridad notable, pero siempre estaba en ellas la función asegurada, gracias al magnetismo que de la pareja emanaba, gracias a la poderosa personalidad de los actores y su conjunción perfecta.La mujer del año no está dirigida por George Cukor, sino por un diestro profesional carente de mundo propio, pero soldado a la perfección a los presupuestos de la obra, George Stevens; sin embargo, es un magnífico precedente de La costilla de Adán, que ésa sí era de Cukor, y la más luminosa perla de la pareja. Tracy y Hepburn son también en La mujer del año un matrimonio de la misma profesión -periodismo-, aunque de objetivos divergentes. Lo profesional y lo íntimo entran así en conflicto.

La mujer del año se emite por TVE-1 a las 22

25 horas.

La eterna batalla de los sexos, plasmada magistralmente mediante un guión ágil, irónico, inevitablemente teatral, dado su origen -la obra de Broadway la había interpretado previamente la Hepburn, y años más tarde, en su versión musical, la protagonizarían Lareen Bacall, casualmente la actriz de Mi desconfiada esposa, y Raquel Welch-, y rico en diálogos. Por supuesto, que por muy bueno que sea el texto nada sería lo mismo sin la inigualable composición de Hepburn y Tiracy, todo un prodigio.

Archivado En